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WASHINGTON.- Un hombre donó su esperma a una pareja de lesbianas deseosas de convertirse en madres y ahora el estado de Kansas le impone contribuir a los gastos de la niña, nacida a través de inseminación artificial.
El caso, que hace discutir, tiene como protagonista a William Marotta, un mecánico de 46 años de Topeka, quien con su donación ayudó a Angela Bauer y Jennifer Carpenter a tener una hija.
El hombre se ha dirigido ahora a un tribunal para evitar que le obliguen a pagar por una hija que nunca quiso tener.
En el momento de la donación, el hombre firmó una declaración con la que renunciaba a todo derecho de paternidad sobre el bebé, nacido en 2009.
Pero cuando las dos mamás intentaron obtener del estado una mutualidad para la niña, las autoridades pidieron que identificasen al donante, lo que desató la apertura del caso.
Angela y Jennifer se han separado en 2010 pero siguen compartiendo los derechos de padres de los hijos que tuvieron en común.
El mecánico las conoció en 2008 cuando respondió a un anuncio de las lesbianas colgado en Craiglist. Lo que ha complicado la situación del hombre es que la inseminación no fue efectuada por un médico homologado.
En casos como éste, entonces, el acuerdo entre las partes no puede considerarse válido, según las autoridades sanitarias. El caso mezcla parejas gay, derechos de los menores e inseminación artificial. Marotta está casado, pero nunca ha tenido hijos.
El hombre no tiene nada contra las dos lesbianas, quienes de vez en cuando en los últimos años le han tenido al corriente de la vida de la niña, pero teme acabar en bancarrota entre alimentos y gastos legales.
Angela y Jennifer también están de su parte, convencidas de que han desatado un mecanismo perverso con su pedido a la mutualidad, presentado luego de que a una de ellas le fue diagnosticada una enfermedad que le impidió seguir trabajando.