Siendo mujer, ¿te imaginas pasar más de veinte años de tu vida sacándote con pinzas, todos los días y por veinte minutos, los pelos de una barba que de un día para otro comenzó a crecer en tu cara? Esa fue la realidad de Mariam, una alemana que solo se ha identificado con su nombre de pila, y que a partir de agosto de 2008, cansada de vivir preocupada de su vello facial, decidió ver qué pasaba si dejaba crecer su molesta barba en toda su plenitud.
Tenía apenas 21 años cuando tuvo a su único hijo y los vellos en su barbilla comenzaron a ser más notorios. “Le pregunté a mi mamá qué podía hacer y me dijo que me los sacara con pinzas, y que jamás los afeitara o sacara con cera. Después visité a mi ginecólogo y me dijo que esto le pasaba a muchas mujeres, así que no me preocupara. Pero ninguno de ellos me dio una razón. Ahora sé que debe ser algo hereditario”.
En efecto, tras hacerse exámenes con un endocrinólogo que confirmaron que sus niveles de testosterona en su cuerpo eran los normales para una mujer, se llegó a la conclusión de que sus antepasados iraníes podían tener algo que ver con su curiosa situación.
De hecho, Mariam explica que tanto las mujeres con genes procedentes de Irán o de zonas del Mediterráneo, suelen tener más vello facial. Por esto, aceptando su destino, estuvo más de dos décadas de vida, pinza en mano, tratando de deshacerse de cada pelo que salía en su barbilla, donde, pasados los años, comenzó a formarse una barba hecha y derecha.
Depilarse se había convertido en una obsesión que no podía evitar, cada vez que salía de su casa. Pero por más cuidado que tenía, era inevitable mostrarse ante el mundo con un mentón totalmente irritado por los tirones y los vellos encarnados. Cuando la gente le preguntaba si se había caído, porque tenía la pera hinchada, ella les explicaba su dura realidad. Sin embargo, nadie le creía.
Aburrida de todo esto, una vez que su hijo se fue del nido materno, la idea de dejarse crecer la barba comenzó a ser más fuerte en ella. Decidió permitir que su naturaleza se expresara y comenzó un blog para contar sus experiencias. “No lo hice por valentía. Fue más que nada, curiosidad. Quería ver qué me pasaba a mí”, explicó a mujer, hoy de 49 años, al programa británico
“This morning”.
“Sentía miedo de que todo el mundo me diera la espalda y que la gente ya no me hablara más”, explicó, sobre un período de su vida en el que no pudo evitar el cuestionarse si el cariño de su entorno variaría al mostrarse tal cual ella es. Y si bien, pudo sopesar de buena forma sus inseguridades, su propia mamá trató de detenerla.
“Me dijo ‘¿tienes que asustar a la gente de esta forma?’. Después se acostumbró y pensó que algún día me sacaría la barba, así que fue más paciente. Pero ahora anda nerviosa y quiere que pare para que vuelva a ser ‘normal’, explicó la mujer.
En cuanto a la recepción que ha tenido de los que visitan su blog, explicó que las opiniones se dividen mitad y mitad, entre los que escriben ofensas y otros, que la califican de valiente.
Hoy, tras pasar una década soltera, aseguró en la televisión que se siente más segura de sí misma y más sexy que nunca, así que está preparada para el amor.
De igual forma, explicó que en la actualidad se encuentra viajando junto a un circo, donde ella quiso participar para presentarse como lo que es: “la mujer barbuda”.
“Una mujer tiene que tener el rostro suave y se supone que no debe tener barba. La publicidad y las expectativas sociales dicen que no debe tener vellos en el rostro. Sus piernas deben estar depiladas (…) (Pero) ya es suficiente de tratar de adaptarse a las expectativas de la sociedad. Ya es suficiente de hacer lo que otros quieren que haga (…) Quiero ser como soy. Lo que yo sea, está bien”.
“Mi deseo es motivar a otras personas a hacer lo que aman, a vivir una vida que se sienta bien y auténtica y a ser las personas únicas que son”, aseguró la mujer en su
blog.