SANTIAGO.- ¿Debieran aplicarse sanciones cuando los países, gobiernos e instituciones no avancen ni adopten medidas en pos de la igualdad entre hombres y mujeres que pongan término a las brechas existentes?
La inquietud fue puesta sobre la mesa por el secretario general de la Unión Interparlamentaria Internacional, Martin Chungong, uno de los pocos hombres que expusieron en el encuentro “Mujeres y Poder” organizado por la secretaria ONU Mujeres y que se realiza en Santiago.
Aunque el parlamentario no ahondó, dejó en el ambiente una idea que en más de alguna mente ha cruzado, considerando los lentos avances que se han producido en igualdad de género desde que hace 20 años se celebrara en Beijing la Cumbre de Mujeres y en donde se establecieron una serie de medidas a cumplir.
“Se habla de políticas pero no de sanciones”, dijo Chungong, quien aseguró que su organización impone obligaciones a sus miembros cuando ven que no se aplican medidas pro participación de la mujer.
En el primer día de sesiones, donde se desarrollaron tres paneles, varias ideas y percepciones se expresaron, dejando claro que el trabajo pendiente es arduo.
La ex presidenta de Irlanda, Mary Robinson señaló que comprendió en el camino que las mujeres debían aprender a pedir perdón y no permiso en su accionar, mientras que la ex primera ministra de Senegal, Aminata Ture afirmó que las mujeres tenían que tomarse el poder, porque nunca nadie se los iba a dar.
Así, a medida que avanzó el debate otros como la ex primera ministra de Nueva Zelanda, Helen Clark, señaló que estar en un cargo de poder no es suficiente, sino que hay que hacer algo para que otras también avances y que es necesario que se sumen las voluntades de los hombres, cuestión que plantea la campaña de ONU Mujeres “
HeforShe”.
La Canciller de Croacia, Vesna Pusik, planteó que en este nuevo impulso ya no hay que preocuparse del objetivo de alcanzar cargos de poder, sino que el nuevo objetivo es cambiar la agenda desde ese cargo. Y por su parte, la ministra de Infancia de Noruega, Solveig Horne, en tanto, planteó que hablar de igualdad de género es hablar de término de violencia contra las mujeres por no poder acceder a los derechos humanos.
Asimismo, la Premio Nobel de la Paz, la liberana Leymah Gbowee, apuntó a los desafíos de las mujeres en materias de efectividad y eficiencia, pero principalmente, de expectativas, porque muchos creen que las mujeres que llegan a cargos de poder “tienen una varita mágica”.
La representante de Women World Leaders, Laura Liswwod, reconoció los avances que se han dado en temas de salud y educación para las mujeres, pero ello no se ha traducido en mayor presencia de ellas en la política y la economía. Por lo mismo afirmó que a medida que se torna más vieja “me pongo más radical”. “Hay que generar controversia”, afirmó.
