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Compañía trabaja en terapia regenerativa para hombres circuncidados

Busca ayudar física y psicológicamente a quienes han sufrido una "amputación innecesaria".

05 de Marzo de 2015 | 08:00 | Por M. Francisca Prieto, Emol
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"La idea de que podría tener mi prepucio de regreso, me llena de un torrente de emociones que ni siquiera puedo poner en palabras. Podría entonces sentirme como un ser humano que en realidad tiene derechos y algo de control sobre mi vida".

Las palabras son de Blair, un hombre que respalda el objetivo que Foregen, una compañía asentada en Roma, se propuso para ayudar física y psicológicamente a los hombres circuncidados. ¿Cómo? A través de una terapia biomédica que permita regenerar el prepucio, la piel que recubre el glande le pene y que es eliminado mediante este procedimiento, el que a lo largo de los años ha generado muchas divisiones respecto a sus beneficios y conveniencia.

Foregen busca dar una solución a los "inactivistas", como se conoce a los hombres que han sido circuncidados de pequeños y sin su consentimiento, y que cada vez expresan más su molestia por lo que consideran una "amputación innecesaria".

A juicio de la compañía, el prepucio no es una parte "opcional" del cuerpo, ni tampoco un accidente, sino que es un componente integral e importante del pene masculino. "Un ojo no funciona apropiadamente sin un párpado y tampoco lo hace un pene sin su prepucio", argumenta en su página web.

Asimismo, Foregen indica que, debido a que en el prepucio existe una gran cantidad de terminaciones nerviosas, al eliminarlo la sensibilidad sexual disminuye. Por esto, la terapia que promete -y para la cual se encuentra recaudando fondos- busca regenerar el tejido original, pero además la función y la estructura que se destruye con la circuncisión.

Según el departamento de Salud Reproductiva de la Organización Mundial de Salud (OMS), la circuncisión masculina es uno de los procedimientos quirúrgicos más antiguos y más comunes alrededor del mundo, y se realiza por razones religiosas, culturales, sociales o médicas.

"Hay pruebas concluyentes (…) de que los hombres circuncidados tienen un riesgo significativamente menor de infectarse con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH)", señala la entidad.

Por esta y otras razones, a fines de 2104 los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (DCD, por su sigla en inglés) de Estados Unidos publicó un borrador de directrices, en el que señalaba que los médicos debían educar a niños y hombres que no estaban circuncidados, así como a los padres de los recién nacidos, respecto a los beneficios para la salud que tiene el procedimiento.

¿Qué ocurre en Chile?

"Siempre ha habido una controversia", afirma Francisco Reed, urólogo infantil de Clínica Santa María, al ser consultado sobre el tema de la circuncisión. "Estados Unidos es uno de los países donde más circuncisiones neonatales se hacen, muchas veces sin indicación y ni siquiera por un cirujano. Están hechas por pediatras, ginecólogos o médicos generales. En Inglaterra, por ejemplo, también lo puede hacer cualquiera, pero allá se hace más por cuestiones religiosas", agrega.

En Chile, en tanto, son muy pocos los especialistas que realizan el procedimiento en recién nacidos sin que haya una indicación médica real. ¿Cuándo sí se recomienda? "Se hace la circuncisión si el paciente ha tenido infecciones urinarias, o tiene una malformación renal o genitourinaria. También se indica cuando, alrededor de los 3 o 4 años, el niño tiene una fimosis, que es una estrechez del prepucio", explica Reed.

El médico agrega que se trata de un procedimiento quirúrgicamente sencillo, con una tasa de complicación bastante baja. "Es doloroso, molesto, en especial si se realiza durante la adolescencia", agrega. No obstante, se hace de forma ambulatoria y en general es bastante bien tolerado.

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