Este cuadro de Francisco de Zurbarán ejemplifica la imperante religiosidad que aún predominaba en la España del siglo XVII. Recordemos que la Contrarreforma (1560-1648) en la Iglesia Católica (cuya principal función fue la de revitalizarse y evitar el avance de las doctrinas protestantes) fue un movimiento de gran relevancia, manifestándose en diversos ámbitos, incluyendo la pintura. En su "Agnus Dei" (o "Cordero de Dios"), Zurbarán nos muestra una imagen de devoción, aludiendo al sacrificio de Cristo muriendo para salvar a la humanidad.
La figura del cordero se ubica sobre un fondo neutro, con sus patas atadas y muy cercanas al espectador. La sencillez compositiva, el realismo y la ternura captada mediante la ejecución de innumerables y minuciosos detalles, hacen de esta tela una obra memorable. Conservando siempre un estilo sobrio y contenido, Zurbarán supo expresar como muy pocos artistas el sentido de la religiosidad monástica y el tono solemne y monumental de sus ceremonias.
"Agnus Dei"
(Cordero de Dios)
Fecha de realización
1638
Material
Óleo sobre lienzo
Dimensiones
35cm x 62cm
Estilo
Barroco
Ubicación
Museo del Prado, Madrid