Encargada originalmente por el papa Julio II, "La creación de Adán", de Miguel Ángel, es tan sólo una de las escenas bíblicas representadas en la bóveda de la Capilla Sixtina. El fresco narra el relato bíblico del Génesis en el que Dios otorga vida a Adán, el primer hombre según las religiones cristiana y judía. La composición se divide en dos partes.

A la izquierda vemos la figura de Adán, desnudo e inmóvil, débilmente alzando su mano, mientras que a su lado, Dios estira su brazo y transmite vida a este ser que acaba de crear. El detalle aislado de las dos manos resume en sí mismo el misterio de la creación de la vida humana. Una conmovedora interpretación del artista, convertida en auténtico patrimonio de la Humanidad.