La obra "El columpio" fue encargada a Jean-Honoré Fragonard por el barón de St. Julien como homenaje a su amante, con las siguientes instrucciones: "Desearía que pintara a la señora en un columpio empujado por un obispo, a mí de forma que pueda ver las piernas de ella o algo más si quiere alegrar el cuadro". Ante tan detallado y explícito pedido, y solamente con una pequeña modificación en la que sustituye al obispo por el esposo de la joven, el artista crea el cuadro que será más tarde reconocido como una de sus obras más famosas. A Fragonard le gustaba pintar los pasatiempos frívolos y sensuales de la clase alta.
Usando tonos claros y colores pastel (especialmente rosado, verde y azul), el pintor crea una sensación de intimidad, elegancia y fragilidad.
Al centro del cuadro, la joven mujer, elegantemente vestida de rosado, lanza su zapato hacia un joven que se encuentra a la izquierda, tumbado a los pies de una escultura de Cupido, mientras que en la sombra, a la derecha, aparece un hombre mayor empujando el columpio.
El erotismo, la coquetería, la belleza, la teatralidad, la frivolidad, la ambigüedad y el exotismo, son temas comunes para el Rococó, y Fragonard, a través de su ligera y vibrante pincelada, adelanta lo que más tarde se conocerá como Impresionismo.
Jean-Honoré Fragonard
Prolífico pintor, dibujante y grabador francés del período rococó. Nació el 5 de abril de 1732 en Grasse, Francia, y falleció el 22 de agosto de 1806 en París. Fue uno de los artistas favoritos de la corte de Luis XV y de Luis XVI, reconocido por sus escenas amorosas de delicados colores, generalmente situadas en jardines.