En el verano de 1881, Renoir pintó a sus amigos disfrutando de una agradable sobremesa en la terraza del restaurante Maison Fournaise, que se encontraba en el pueblo de Chatou, a las orillas del río Sena. Es una escena cargada de alegría y vitalidad, donde la mayoría de los personajes pueden ser identificados. Por ejemplo, de pie a la izquierda se encuentra el propietario monsieur Fournaise; a su lado, jugando con un pequeño perro, está Aline Charigot, futura esposa de Renoir; el caballero con sombrero de copa es su íntimo amigo, el barón Raoul Barbier, y en primer plano, a la derecha, se puede apreciar al pintor Gustave Caillebotte.