Con “La maja desnuda”, Goya se convierte en el primer artista que pinta el desnudo de una mujer de carne y hueso, mostrando, además, el vello púbico de su modelo. Según la leyenda, la mujer sería la Duquesa de Alba, Doña María del Pilar Teresa Cayetana de Silva y Álvarez de Toledo. Las especulaciones se basan en el cuerpo, muy parecido al de Doña Cayetana. Aunque las pinceladas conservan la fuerza característica de Goya, aquí son más cortas, salvo en los volantes de los almohadones.