En 1424, después de haber servido como embajador en El Cairo, Felipe Brancacci, comerciante de sedas y uno de los primeros cónsules del mar de Florencia, contrató a Masolino (Tommaso di Cristofano Fini) para que pintara su capilla, que forma parte de la iglesia Santa María del Carmine. En aquella época, el artista colaboraba a menudo con un joven pintor llamado Masaccio (Tomasso de ser Giovanni di Mone Cassai) y juntos crearon los frescos cuyo tema principal es la historia de la vida de San Pedro, patrón de los marineros y comerciantes del mar. El posicionamiento de las obras en los muros es considerado típicamente florentino: cada escena ordenada como si fuese un cuadro separado, cromáticamente coordinadas y enmarcadas por pilares y capiteles cuidadosamente pintados.
Se encuentran además en esta bella capilla pinturas con referencias al Génesis, concretamente a la historia de Adán y Eva, como esta "Tentación de Adán y Eva". En la mitología tanto cristiana como judía, ellos fueron el primer hombre y la primera mujer creados por Dios en la Tierra. La suave luz empleada y los agraciados gestos de la pareja nos recuerdan la influencia que la obra de Gentile de Fabriano tuvo en Masolino, pero la delicadeza y maestría empleada al retratarlos con suaves cuerpos de alargadas proporciones aumenta su fineza, y contribuye sutil, pero notablemente, a la creación de una bella y equilibrada composición que aporta al conjunto de una manera extraordinaria.
MASOLINO
Pintor renacentista italiano. Nació en 1383 en Panicale de Valdarno, cerca de Florencia, donde falleció en 1440. Fue ayudante de Lorenzo Ghiberti en las puertas del Baptisterio en Florencia, y su relación con Masaccio fue clave para su desarrollo artístico. Considerado uno de los pintores florentinos más relevantes del Renacimiento temprano.