En hebreo, Babel significa Puerta de Dios. La historia detrás de la obra es la siguiente: el rey Nimrod quiso edificar una torre que alcanzara el cielo. Dios castigó a la humanidad por su soberbia y la privó de su lengua en común. Así, ante la imposibilidad de comprenderse mutuamente, los hombres se dispersaron y la torre quedó en un estado caótico e inacabado.

La Torre de Babel está muy lejos de ser una simple ilustración de un paisaje bíblico. Ella presenta una horrible complejidad, achicando las figuras humanas y su orgullo autoritario, convirtiendo su inmenso trabajo en algo absolutamente inútil. La grandeza de la visión de Brueghel está en la habilidad de poder comunicar y compartir nuestra propia experiencia con un humor desinteresado y a través del cual debemos ver el significado.