“Fue uno de los grandes jugadores del mundo”, dijo Carlos Valderrama, quien vio cómo Salas marcó tres goles en un tiempo a su seleccionado en el Estadio Nacional. Uno de los mejores jugadores colombianos de la historia se reencontró con el delantero en la Teletón 2008.
“Por la forma de jugar y su estilo, es el futbolista chileno que más me gusta”. La cita es de Sebastián Rozental, quien es uno de los mejores amigos de Marcelo Salas en el fútbol. Se enfrentaron con las casacas de la U y la UC pero amarraron su amistad en la Selección Chilena.
“Se va como lo que fue, un grande del fútbol y con un gran Mundial”, señala Iván Zamorano. La otra mitad de la dupla “Za-Sa” no tiene parangón en los 98 años de historia de la “Roja”. Ambos supieron dialogar en la cancha y fueron la gran base para la clasificación a Francia 98.
“El primer gol ante Inglaterra debe ser uno de los más lindos que se han visto por la Selección”. Controla Salas luego de un pase largo de José Luis Sierra. El “Coto”, en Wembley, había recibido el balón de Clarence Acuña, quien quedó maravillado con la anotación de aquel verano de 1998.
“Desde niño le gustó el fútbol. Siempre andaba con la pelota debajo del brazo y era feliz. Marcelo compraba la Minuto 90 porque le interesaba todo lo relacionado con el fútbol y el deporte”, contó su madre, Alicia Melinao.
En febrero de 1998, el diario italiano La Gazzeta dello Sport quiso conocer más del nuevo refuerzo de la Lazio y entrevistó a la hermana del delantero, Claudia Salas: “La verdad está en el apellido Melinao. Es la familia de nuestra madre. Es un apellido mapuche y toda nuestra familia tiene la fuerza de la sangre araucana. Nos enseñaron que debíamos defendernos para vivir. En Temuco, desde la mañana hasta la noche, Marcelo organizaba partidos con sus amigos. El fútbol era todo y él lo tomaba como una forma de combate, se arrodillaba como un guerrero indio después de un duelo”.
“(Estaba) todo el día en la cancha. Nunca estudié, porque lo único que quería era jugar a la pelota, y eso lo decidí desde pequeño”, le contó el propio Salas a la revista magazine Cosas, que en octubre de 1997, le consultó sobre su pasado.
“Salas era una copia calcada de su tío Honorino. Si hay algo que los distinguía era como escondían la pelota”, aseguró Omar Villablanca, uno de los técnicos temuquenses que vio al pequeño ariete en el amateur Santos, consultado por Ziley Mora para su libro “Salas. Historia de un Matador”.
“La dirigencia de Temuco ofreció incorporarlo al plantel. Lo citaron a la sede para conversar más en profundidad la situación. Lo ilusionaron bastante porque le dijeron que le iban a dar facilidades para que siguiera estudiando. Con mi esposo fueron a la sede y resultó que estaba cerrada, no llegó nadie a recibirlos. Marcelo se desilusionó y dijo que venía a Santiago a probarse a lo que saliera”, comentó su madre a la resucitada revista Deporte Total en el verano de 1998.
“No sé que habrá ocurrido, pero lo lógico es que primero lo debieron haber visto en la cancha”, dijo a Triunfo (noviembre 97) Camilo Carrasco, promotor y dirigente de Santos que envió una carta a Colo Colo pidiendo una prueba para Salas que nunca se concretó.
En el verano de 1990, Colo Colo fue hasta la Novena Región a jugar un amistoso contra Deportes Temuco. Muchos pensaban que era la oportunidad de que los dirigentes del Ñielol probaran a Salas en la alta competencia, aunque recién tenía 15 años. Al final, el adolescente Salas fue pasapelotas del partido. “Acá nunca le van a dar pelota”, le dice Carrasco a Rosember Salas. Había que probar en Santiago.
“Lo vi en Temuco, cuando Universidad de Chile (cadetes) fue a jugar un cuadrangular por esos lados. Participaban Temuco, Huachipato, Audax Italiano y nosotros (la U). Creo que no pasaron más de diez minutos cuando me di cuenta que ese niño pintaba para crack. Se lo comenté al presidente de la delegación y él se interesó en el caso”. Salvador Biondi, quien “descubrió” a Salas para Universidad de Chile.
“Marcelo tiene una tranquilidad increíble, está en el momento justo y es uno de los jugadores que a mí me enloquece porque mira el arco siempre antes de rematar. Eso es impagable”, Enzo Francescoli, su tutor en River.
“Salas es el mejor delantero del mundo. Sabe un poco de cada cosa. Cabecea bien, se tira atrás, toca una pared y la va a buscar, mete un pase gol, corretea a los centrales adversos y después tiene el don de los elegidos para definir. Es mejor que Ronaldo”, Reinaldo Merlo, quien dirigiendo a la Selección Sub 17 de Argentina vio al “Matador” en el Sudamericano de Paraguay: “Ganamos 2-1 y Salas hizo el gol chileno. Lo recuerdo perfectamente. Era peligroso y se movía por todo el frente de ataque”.
“El Manchester (United) es uno de los equipos más importantes del mundo y si he viajado a Chile es porque hay algo muy serio. No viajé para hablar de negocios, vine para hacer un informe técnico. Salas es un gran jugador, que marca goles muy hermosos”, dijo el DT Alex Ferguson luego de ver en las gradas del Nacional el 3-0 a Bolivia con que Chile sacó pasajes a Francia 98.
Uno de los símbolos del archirrival Colo Colo, Marcelo Espina, fue consultado sobre qué jugador chileno le sorprendió en esos años. “Marcelo Salas –respondió el argentino- Cuando yo llegué él estaba en la U. Después, tuvo un progreso notable. Explotó”, dijo.