Un portavoz del Gobierno japonés declaró que el riesgo de radiación ha disminuido notoriamente en comparación a dos semanas atrás.

Los manifestantes se congregaron en Tokio, frente a las oficinas de la compañía que opera la central nuclear de Fukushima.

Estos nuevos antecedentes entregados por Tepco elevan casi al triple las primeras estimaciones basadas en las marcas dejadas por el agua.

En tanto, el gobierno reconoce que la situación en la central Fukushima sigue siendo inestable.

En tanto, unas 14.809 personas continúan desaparecidas tras la tragedia del 11 de marzo.

Tras permanecer un mes lejos de sus casas, algunos japoneses prefirieron retornar por falta de recursos para instalarse en otro lugar.

La lentitud de los datos y las contradicciones, han impulsado una serie de confusos análisis y una división entre funcionarios japoneses y extranjeros.

Cinco personas fallecieron y 283 quedaron heridas tras el sismo que azotó al país el jueves pasado.

En tanto la compañía a cargo de la planta sostuvo que el bombeo de agua contaminada al océano se extenderá hasta mañana.