En 1901 John y Horace Dodge partieron su aventura en el negocio de fabricación de bicicletas, dos años después en 1903, buscaron nuevos mercados y comenzaron a suministrar piezas a Ford.
Posteriormente, Ford adquirió el 25% de las acciones de Dodge.
Las diferencias entre las empresas comenzaron desde el momento se firmó la alianza, ya los Dodge se inclinaron por la construcción de un modelo de lujo y alto precio, mientras que Ford buscaba exactamente lo contrario, es decir un coche muy sencillo y popular, y sobre todo barato.
Las diferencias acabaron siendo tan graves que Ford optó por comprar el 58 % de las acciones de los hermanos, dejando a los Dodge en minoría y lanzó por fin, a principios de 1908, la primera serie de su flamante Ford-T a un precio único y revolucionario en el mercado, $500 dólares, bastante bajo en comparación con los 2.000 $ que costaba un coche medio en aquella época.
Los hermanos Dodge no se rindieron y en 1914 lanzaron su primer modelo el “Old Betsy”, el cual tuvo un gran éxito.
Tras la muerte de los hermanos Dodge y una serie de dificultades financieros con Ford, en 1928 la marca es adquirida por Chrysler.