Cuando pensábamos que los tiempos de Onda Vaselina y David Hasselhoff ya eran parte del pasado, la Comisión Organizadora nos demostró que en estos terrenos el Festival siempre puede escribir un nuevo capítulo. Considerando que por la silla del jurado había pasado hasta Frank Lobos, no era tan extraordinariamente raro que el excéntrico millonario Leonardo Farkas llegara a la misma en 2009. Lo que sí resultaba incomprensible era que le otorgaran minutos sobre el escenario para actuar, y su show no hizo más que demostrar las aprensiones: Farkas ofreció un espectáculo que causó tanto estupefacción como risas, de la mano de su añejo "hombre orquesta" y de sus aspiraciones de cantante. Todavía no logra entenderse cómo dieron espacio en escena a alguien que, por muy llamativo y popular que sea, simplemente no es artista, sino aficionado. Inentendible.