A los 19 años de edad, y luego de haber grabado tres discos (uno de ellos, junto a David Lee Roth), al rockero Jason Becker se le diagnosticó esclerosis lateral amiotrófica (también conocida como «la enfermedad de Lou Gehrig»). Los médicos le aseguraron que no sólo dejaría de hacer música sino que tampoco llegaría a su cumpleaños número veinticinco. Más de dos décadas más tarde, imposibilitado de moverse o hablar, Becker sigue vivo y haciendo música, aunque con sus ojos.
Ésta es la historia increíble de un guitarrista que se niega a abandonar sus sueños pese a obstáculos casi insalvables. Este documental es sobre rock y virtuosisimo (hablan Steve Vai y Joe Satriani), pero también sobre amor, esperanza y la fortaleza del espíritu humano, y fue filmado con la total colaboración de Jason Becker y su familia (quienes aportan valioso material de archivo). El diario inglés The Guardian destacó al filme por su «historia trágica e inspiradora, y por su música excitante e impresionante».