"¡He llegado hasta Tal Tal!"
Ésa fue la frase con que Manolo González marcó un hito en 1978, como el primer humorista que imitó públicamente a Pinochet, con el almirante José Toribio Merino en la platea. Fue la coronación de una seguidilla de chistes políticos, que no gustaron mucho a los encargados de la transmisión, quienes alteraron el normal curso de la misma. Sin embargo, el atrevimiento no redundó en mayores problemas para González, quien no cuestionaba mayormente a las autoridades de la época. Incluso explicó al segundo su imitación, sobre el escenario de Viña: "Ustedes saben que a los grandes hombres se les hace una caricatura, una imitación, y no se hieren, y yo como chileno jamás tendría una palabra hiriente para mi general Pinochet".