El profeta
Tiene estampa de pastor y el fervor que provoca es casi religioso. Así lo dejó en claro Marco Antonio Solís, que en dos ocasiones (2005 y 2008) tuvo a la Quinta Vergara simplemente rendida a sus pies. Mujeres de 40 y más años constituían gran parte de su público, que con el mexicano sobre el escenario no tuvieron problema alguno en portarse como unas quinceañeras. Así era el poder de este verdadero profeta romántico, quien no pudo volver a demostrarlo en 2011, cuando su chispa ya parecía algo agotada.