MEJOR GUIÓN ADAPTADO
David O. Russell
(El lado bueno de las cosas)
La amistad entre un hombre con un transtorno bipolar recién detectado y una viuda con problemas para superar el duelo le valen a Russell su primera nominación en esta categoría. El cineasta suele escribir el guión de sus películas, pero La Academia sólo había reconocido su trabajo como director. Esta historia es la única comedia que logró entrar a la quina por la estatuilla.