Una habitación blanca, con sólo una palabra escrita en una de sus paredes: excelsior. Pastillas cada mañana, terapia grupal para superar los problemas sicológicos. Así es el hábitat en el que Pat Bradley Cooper) se desenvolvió durante ocho meses para lograr controlar un transtorno bipolar que no le había sido diagnosticado en más de 30 años.

Pat se mantuvo estable porque no se había presentado ningún episodio de estrés significativo que gatillara su enfermedad, hasta que un día, al llegar a su casa antes de lo acostumbrado, descubrió a su esposa, Nikki, teniendo relaciones sexuales en la ducha matrimonial con un profesor de historia del colegio en el que ellos también trabajaban como docentes. Y como si esto fuera poco, estaban en pleno encuentro romántico escuchando la canción matrimonial de Pat y Nikki. La escena fue chocante para el despechado esposo, quien no logró controlar su ira y casi mató al amante de su esposa a golpes. Las consecuencias fueron para él peores que para los infieles, pues fue derivado a un hospital psiquiátrico y recibió una orden de alejamiento que le impedía acercarse a los dos involucrados en el conflicto.

Ocho meses después de aquel entuerto, Pat es liberado de la clínica, pero debe iniciar un proceso de sanación que le permita aceptar que ya no está con su esposa. Obsesionado con el engaño de Nikki, intenta demostrar que está bien a su entorno. En una reunión social con unos amigos que tenía en común con su esposa conoce a Steffanie (Jennifer Lawrence), una viuda de poco más de veinte años que no logra olvidar a su difunto esposo. Desde el primer momento la depresiva y malhumorada mujer siente una atracción por él, obligándolo a involucrarse en su vida.

Esta comedia de David O. Russell explora el mundo de las personas con problemas psicológicos desde una esfera cercana, atractiva y natural. Lo más destacado del filme es la actuación de Bradley Cooper, quien por primera vez tiene la posibilidad de lucirse con un rol más complejo a los que acostumbra tener. El guión de O. Russell también es fortalecido por el obsesivo padre de Pat, (Robert De Niro), y por su comprensiva madre (Jacki Weaver). El talento del cineasta en la dirección de actores llevó a cuatro integrantes del reparto a ser nominados, en roles protagónicos y secundarios.