La dupla conformada por el cineasta estadounidense y el hijo de Francis Ford Coppola se pronosticaba como candidata segura a los premios de La Academia. La intensa historia de amor de dos preadolescentes que escapan para estar juntos en una zona recóndita de la isla que ambos habitan se llevó los elogios de la crítica el año pasado. La sensibilidad con que se aborda el amor juvenil, junto a la marca personal que llevan las comedias de Anderson, la destacaron como una de las producciones más destacadas de 2012. Tal vez esta vez el realizador sí obtenga el Oscar, tras perder con “The Royal Tenenbaums” en 2001.