Con apenas 21 años, Edmundo "Bigote" Arrocet se echó al público al bolsillo en 1971, en una presentación recordada por el verso "Juístete, pero gorviste". A tanto llegó su éxito, que para calmar al insaciable "monstruo" el animador Alejandro Chávez tuvo que entregarle la, hasta entonces, inalcanzable Gaviota. En 1974 repetiría, pero con polémica: Finalizó cantando hincado la canción "Libre", de Nino Bravo, gesto interpretado como una celebración de la llegada de los militares al poder. Para 1976, la historia sería totalmente distinta: El humorista simplemente no convenció y se fue entre resonantes pifias.