El director David O. Russell y el guionista Eric Warren Singer se atrevieron a crear una versión libre de un hecho policial complejo. Esto no es fácil. Y lo es aún menos cuando se aborda con una mirada sarcástica. La dupla trabajó por junta por primera vez en la elaboración de una historia que cuenta cómo un estafador se asocia con el FBI para hacer caer a políticos corruptos.