En los Juegos de la Grecia antigua se encuentran pruebas de "halteria", donde los deportistas debÃan levantar mazas de plomo en cada brazo. A final del siglo XIX se creó una primera clasificación mundial de hombres forzudos, pero hubo que esperar hasta 1920 para ver el nacimiento de la Federación Internacional de Halterofilia.
Este deporte estaba en el programa de los primeros Juegos OlÃmpicos de la era moderna, en 1896 en Atenas, pero la halterofilia femenina tuvo que esperar más de un siglo para entrar en el programa, hasta la edición de SÃdney-2000.
Con una imagen muy dañada por la corrupción y el dopaje, al punto de representar más de la cuarta parte de controles positivos de la historia de los Juegos OlÃmpicos, la halterofilia estuvo inicialmente ausente del programa de los Juegos OlÃmpicos de Los Angeles-2028.
Pudo obtener luego su supervivencia olÃmpica al confiar su programa antidopaje a la Agencia Internacional de Controles (ITA) y sus sanciones al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS).
Ese último pronunció además una sanción de inelegibilidad de por vida contra el húngaro Tamas Ajan, expresidente de la Federación Internacional (IWF).
Forzado a dimitir en 2020 después de dos décadas en el cargo, Ajan fue condenado principalmente por "falsificación" en los procedimientos antidopaje.
10 pruebas (5 masculinas, 5 femeninas)
Pruebas masculinas: -61 kg, -73 kg, -89 kg, -102 kg, +102 kg
Pruebas femeninas: -49 kg, -59 kg, -71 kg, -81 kg, +81 kg
La halterofilia es una prueba de fuerza pura. Cada competidor tiene por objetivo levantar una barra en la que se colocan pesas con el mayor número de kilogramos posible. Los deportistas ejercen su labor en una plataforma de 4x4 metros y se reparten por categorÃa de peso. Los levantadores de pesas más fuertes llegan a levantar hasta más de tres veces su propio peso.
El levantamiento se realiza mediante dos técnicas: la arrancada, en la que la barra con las pesas está apoyada en el suelo y debe pasar a estar por encima de la cabeza del deportista en un único movimiento, y el envión, en el cual la barra empieza en el suelo y primero pasa a ser apoyada en los hombros antes de un segundo movimiento, que es el que la coloca por encima de la cabeza.
En cada peso de barra elegido, el deportista dispone de tres intentos para conseguir triunfar con ese movimiento, sea por arrancada o envión. El total acumulado por cada deportista, o total olÃmpico, es la suma de los dos mejores movimientos. En caso de igualdad en el peso levantado, el levantador con menos masa corporal es declarado vencedor.
Número de competidores: 122, con 61 hombres y 61 mujeres. Cada paÃs solo puede alinear a seis deportistas como máximo, es decir, tres hombres y tres mujeres, con un único representante por categorÃa.
Las pruebas tendrán lugar en el Arena 6 de ParÃs Sur, centro de exposiciones y convenciones situado en Puerta de Versalles, que será uno de los lugares principales de estos Juegos ya que acogerá también los torneos de balonmano, voleibol y tenis de mesa.
La halterófila neozelandesa Laurel Hubbard (46 años) se convirtió hace tres años en la primera deportista transgénero en participar en los Juegos OlÃmpicos, en Tokio, donde no pudo validar el levantamiento de ninguna barra.
Su sucesora podrÃa hacerse esperar, al menos en la halterofilia: desde el 1 de agosto de 2023, la Federación Internacional (IWF) aplica por motivos de equidad deportiva un reglamento más estricto ya que solo acepta en la categorÃa femenina a las halterófilas que hayan terminado su transición hormonal antes del final de la pubertad.
Antes de dar vÃa libre a las Federaciones Internacionales, el Comité OlÃmpico Internacional (COI) solo solicitaba una prueba de contar con una tasa de testosterona inferior a 10 nanomoles por litro en el momento de la competición, asà como en los doce meses anteriores a la misma.
Hay dos hombres que pueden unirse al selecto club de los triple campeones olÃmpicos de halterofilia que inauguró el turco Naim Süleymanoglou (1988, 1992, 1996): el chino Shi Zhiyong en -73 kg y el georgiano Lasha Talakhadze, que posee el récord de un total olÃmpico (492 kg, en +102 kg) entre todas las categorÃas.
Talakhadze, siete veces campeón mundial, estuvo suspendido dos años -de 2013 a 2015- por un control antidopaje positivo por estanozol, un esteroide anabolizante.
El dopaje es también la gran lacra de este deporte, incluso en el panteón de las grandes figuras históricas.
El chino Xiaojun Lyu, uno de los cinco hombres hasta ahora triple campeones olÃmpicos en este deporte, podÃa haber aspirado a una cuarta medalla de oro en ParÃs-2024, pero desde diciembre de 2022 se encuentra suspendido por un control antidopaje positivo al EPO. Plata inicialmente en los Juegos de Rio-2016, se benefició en su dÃa de la sanción al kazajo Nijat Rahimov, que fue descalificado precisamente por dopaje.