El Giuliani de Santiago

Rudolph Giuliani y Jorge Schaulsohn tienen mundos paralelos…
Giuliani conocía bien Nueva York, nació en Brooklyn; Schaulsohn conoce bien Santiago, se crió en… y ha recorrido a pie cien veces el centro de la capital.

Giuliani se convirtió en figura pública desde su cargo de fiscal del distrito sur de Nueva York, desde donde combatió las mafias de la droga y la delincuencia financiera.

Schaulsohn se convirtió en figura pública al ser electo dos veces como diputado por el distrito 22 de Santiago, y la lucha contra la delincuencia no fue un tema que dejó de lado.

Pero ambos mundos se conectan: Giuliani y Schaulsohn son titulados de la escuela de Derecho de la New York University.

-¿Quiere ser el Giuliani de Santiago?
-Siento bastante admiración por muchas cosas que hizo Giuliani como alcalde y nosotros tenemos en Santiago problemas parecidos. Cuando asumió la alcaldía, Nueva York era una ciudad en decadencia con alta tasa de criminalidad, igual que Santiago; con el centro histórico de la ciudad transformado en un gran prostíbulo, igual que Santiago, y con una emigración de negocios, tiendas y empresas, igual que Santiago. Lo que quedó claro en el experimento de Giuliani es que las cosas se pueden revertir cuando hay determinación y cuando hay una visión y se trabaja en alianza con los distintos sectores de la comunidad. No está escrito que el centro de Santiago tenga que ser como es hoy la capital del sex shop, de la prostitución infantil, del comercio ilegal, del pirateo y de la delincuencia.

-Pero Giuliani contó con un presupuesto bastante mayor que la municipalidad de Santiago.
-No fue un problema de presupuesto, de plata. Es un problema de trabajar con el propósito de recuperar la ciudad.

-¿No cree que vaya a tener problemas de dinero si llega a la alcaldía?
-La municipalidad de Santiago tiene más presupuesto que la municipalidad de Las Condes.

-¿No es justificación de Lavín, entonces, no haber hecho grandes obras?
-No es un problema de Lavín, es un proceso que viene de hace tiempo. No se trata de grandes obras, de pirámides, tiene que ver con el tipo de ciudad que estamos construyendo desde hace 10 años. Nosotros, sin haber reflexionado mucho, hemos optado por el modelo de ciudad tipo Los Angeles, Sao Paulo o ciudad de México, una mancha de aceite que crece de una manera inorgánica donde las comunas se transforman en ghettos que viven de espaldas el uno al otro. Una ciudad que va a partir por el norte con Chicureo y va a parar a Paine. Estamos construyendo carreteras interurbanas que lo único que hacen es favorecer el uso del automóvil, pero al mismo tiempo estamos gastando 1.800 millones de dólares en expandir el Metro. Eso es un poco irracional, porque son políticas que apuntan en direcciones completamente opuestas. Ahora, una de las consecuencias de esa falta de diseño -o ese diseño equivocado- es la destrucción del centro histórico de la ciudad y su perímetro histórico que está representado esencialmente por la comuna de Santiago.

-¿Cuál es su crítica más de fondo a Lavín?
-Creo que él no tuvo una visión de cómo recuperar la ciudad, de dignificarla verdaderamente. Él ha desarrollado una política muy basada en lo asistencial, ayudar a la gente a resolver los problemas del momento. No estoy en contra de eso, obviamente todo lo que es la política social del municipio que ayuda al adulto mayor y a las personas más necesitadas lo voy a mantener, pero si yo hubiese vendido los derechos de agua de la municipalidad de Santiago, habría invertido esa plata en mejorar la educación pública municipalizada.

-¿Le pareció correcta la venta de los derechos de agua?
-No estoy en contra de la venta; lo que critico es la forma en cómo se gasta la plata. Se puede gastar en forma arbitraria y donde sólo algunos son beneficiados y otros no. Yo habría hecho una inversión de largo plazo. Habría invertido en educación pública municipalizada y en el combate contra la delincuencia: una de las cosas que voy a hacer es terminar con el microtráfico de pasta base y marihuana en el centro de Santiago.

-¿Cree que la despilfarró?
-No usaría esa palabra. No la habría usado para financiar gasto corriente ni en forma discrecional y arbitraria.

 

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