Alcaíno frente a Allende y Pinochet

-En una entrevista a radio Chilena dijo que el gobierno de Allende fue un desastre… ¿El de Pinochet, cómo lo califica?
-Bueno, en materia de derechos humanos, un desastre. En materia de logros económicos y cambio de pelo del país, muy bueno.

-Dijo también que se enteró de las violaciones a los dd.hh. el año 90.
-No, cuando comenzaron a salir a la luz pública, leyendo la prensa.

Y ahonda: Yo estudié ingeniería en la Universidad de Chile, éramos miles de alumnos, tenía actividades bastante exhaustivas y estaba muy polarizado. Hablar ahora, treinta y tantos años después, después de la batalla son todos generales. En ese minuto los intereses de la gente primero estaban muy polarizados, había dos bandos irreconciliables, no hubo nunca clases. En lo que a mí compete, en cuanto a formación de profesionales, el gobierno de Allende fue un desastre.

-¿Participó en algún centro de alumnos?
-Nada, yo estudiaba cálculo, física, hacía deporte y pololeaba.

-Llama la atención, estando en una de las sedes más combativas de esos años y habiendo víctimas de violaciones...
-Pero yo no las conocí ni mi círculo de mis amigos -que era bastante heterogéneo- las conocieron directamente. Sé que "Maño" Riesco desapareció en una época, que andaba escondido, punto. Estaba -teóricamente- en el mismo bando del "Caco Latorre" (Juan Carlos Latorre, el dirigente DC), lo acompañaba a las marchas. Si este país para unas cosas es grande, para otras es chico. De repente, cuando te toca al lado por supuesto que te llega, te conmueve, de alguna manera te condiciona.

-¿Hubo algo de no querer ver, a lo mejor?
-No. Sí, de no haber hecho los esfuerzos para ir preocupándome, pero yo tenía otros intereses en esa época. Pero todos somos responsables, no es bueno que aquí un grupo se lave las manos y enarbole la bandera de los derechos humanos y de que los otros son los malos. Aquí somos todos culpables.

-¿Cree que la historia de los últimos 30 años es una carga para Chile?
-Lo que no te mata, te fortalece, y la sociedad chilena debería salir fortalecida de estos últimos 30 años. Es cierto, no hemos tenido guerras, pero hemos tenido divisiones importantes y creo que llegó el momento de reconciliarnos porque los chilenos no nos podemos dar permiso para seguir con una lógica confrontacional por las puras, porque no sabemos discutir.

 

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