.
.
.
. . . . . . . .
 
  FINAL DE PARTIDA (Dir.Alejandra Gutiérrez)
.......................................................................................................................................................................................
 
Aunque un tanto convencional, este montaje de "Final de partida" resulta una versión muy satisfactoria del segundo texto de Samuel Beckett, dramaturgo fundamental del siglo XX, escrito en 1957 a continuación de "Esperando a Godot", su debut y obra mayor. Encomiable, sobre todo, porque se trata de una pieza cuya puesta plantea considerables dificultades de estilo.

Representativa del llamado absurdo existencial, muestra una suerte de refugio antiatómico luego de un cataclismo planetario; allí un hombre ciego e inválido es asistido por su sirviente de pocas luces, en tanto sus viejos padres yacen en tarros de basura. La más extrema desesperanza impregna esta árida metáfora sobre el fin de los tiempos. Tras una existencia completamente inútil, sus personajes -últimos residuos de la Humanidad- esperan la muerte con total resignación; conscientes de su grotesca decrepitud, siguen en escena sólo para que la obra llegue a un punto de cierre.

La dirección de Alejandra Gutiérrez articula esta visión apocalíptica estableciendo sus coordenadas simbólicas e inesperados atisbos del humor más cruel. Es teatro bien hecho y bien dicho, que deja que se escuche la música de la poesía de Beckett. Hay un sólido y afiatado desempeño de los cuatro intérpretes, y aciertos notables en la escenografía corpórea, el vestuario y maquillajes. A la hora, el espectáculo parece haberlo expresado todo, pero la versión se resiste a recortar el texto.

Por Pedro Labra Herrera