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Shakespeare
melancólico
Juan Antonio
Muñoz H.
Francisco Albornoz es ya una voz consistente del teatro joven chileno.
Antes fueron sus interpretaciones para "Romeo y Julieta", "Tres
hermanas" y "Prometeo". Ahora avanza sobre una tragedia
mayor,"El rey Lear", de Shakespeare, inabarcable prácticamente
sobre la escena y un proyecto dramático difuso e inasible como
la poesía de que está constituido. "Irrepresentable",
como creía Nicanor Parra mientras terminaba la traducción
que sirvió para la puesta en escena de Alfredo Castro (1992). |
"King
Lear" describe el viaje de la cuna a la cripta, a través de
una historia estremecedora en la que surgen temas como el uso del poder,
el enfrentamiento entre generaciones, la pavorosa lucidez del moribundo,
el olvido, la dificultades concretas que trae aparejadas decir la verdad.
Albornoz opta por sedimentar los estados íntimos de tres personajes,
representativos del oscuro espectro humano que Shakespeare pone en escena.
Ellos son Lear, Cordelia y el Bufón, puntos de partida para hablar
acerca de cómo un hijo se relaciona con su padre, cómo el
padre puede mutilar o insuflar vida, cómo el entorno aporta datos
perniciosos, cómo el medio puede terminar por aniquilar los sueños.
La lectura es lunar, melancólica, reminiscente, lo cual va bien
con el alma de la obra madre (traducción de Parra), aquí
entramada con líneas de Ray Loriga y Andrés Kalawski. Textos
que no pueden competir ni en profundidad ni en belleza con los originales,
pero que alumbran el relato escénico.
El uso del espacio, los planos de acción, un circuito cerrado de
imágenes y los elementos sirven bien al constante viaje propuesto
por Albornoz y que lleva desde lo cotidiano a lo épico y a lo metafísico.
Un simple ventilador ayuda a recrear la tormenta exterior e interior,
mientras la enorme capa roja de Lear es mortaja para la hija querida y
también da cuenta del rastro —de sangre, de heridas, de amor—
que dejan la vida de familia y las pasiones. Francisco Melo, Aranzazú
Yankovic y Francisco Ossa consiguen un admirable trabajo de textos, bañado
siempre por una inagotable nostalgia. |