"La
Concertación es el continuismo"
Reportajes, 27 de septiembre de 1998.
Por RAQUEL CORREA
En
los muros de la sede del Partido Comunista conviven sus héroes
en afiches: Allende, Fidel Castro, el "Che" Guevara. Y por
ahí circula gente, gente anónima, extraordinariamente
cordial, con esa sonrisa acogedora con el extraño que se ve en
los claustros. Es como si en la calle San Pablo el tiempo se hubiera
detenido y palabras que dejaron hace rato de decirse se estuvieran descubriendo
recién. Las dice Gladys Marín, la secretaria general,
con tal pasión, que resulta conmovedora. Alega que en Cuba "hay
democracia porque la gente participa directamente" y explica el
fin de la URSS "porque se cometieron muchos errores. Por muy bueno
que sea un sistema, si no hay participación, fracasa".
De figura leve, alegres risas y discurso fuerte, ella se ganó
su liderazgo con sudor y lágrimas. Años de exilio, de
clandestinidad, fraguaron su personalidad de mujer que no teme a nada
ni a nadie.
Aunque sus dos hijos (Rodrigo, médico, y Alvaro, profesor de
Educación Física) ya la hicieron abuela, los años
transcurridos desde sus tiempos de las Jota Jota no le han restado un
ápice de fogosidad a su discurso. Comunista desde que estudiaba
en la Escuela Normal, recuerda su descubrimiento ideológico con
fascinación:
Yo era una cabra desordenada, de campo, de Talagante, de cerros. Tenía
inquietudes sociales, dentro de una vida muy dura. Cuatro hermanas,
padre ausente, madre profesora... Era muy de la Acción Católica.
Muy metida en la Iglesia, siempre con un sentido social y vocación
de hacer cosas. Era rebelde, aventurera, el lunar negro de la familia.
Me iba donde los gitanos y les llevaba lápices de regalo para
que me vieran la suerte.
-¿Y le pronosticaron un futuro político?
-No. Era una chiquilla que escribía poesía, que jugaba
básquetbol en la Escuela Normal, tremendamente inquieta. Era
de pandillas; casi me expulsaron más de una vez.
Recuerda:
Los muchachos del Liceo Valentín Letelier, que estaban frente
a nuestra escuela, empezaron a llevar volantes, a invitarnos. Cuando
me comenzaron a explicar lo del comunismo, a mí realmente me
maravilló. Para mí fue una ¡revelación!
-¿Qué la maravilló?
-La idea de que podía existir una sociedad de gente igual. Eso.
-¿Y todavía cree en eso?
-¡Sí! contesta sin un instante de vacilación. Hacia
allá camina la humanidad. Nada puede evitar el deseo del ser
humano de caminar hacia la igualdad, que no es igualitarismo dice y
se queda pensando.
-Por eso, cuando dicen el comunismo y la lucha de clases... ¡Si
la lucha de clases yo la sentía; yo sentía la diferenciación
social en mí misma! Nunca fui resentida; era una persona alegre,
llena de amigas.
Hay gente que la encuentra llena de odio. Esa es la gente interesada
de siempre. Se hace una campaña para desprestigiar cualquier
elemento de cambio, de crítica.
-¿No siente odio?
-Yo he tenido odio, pero no en forma permanente. También he tenido
felicidad, pero la felicidad tampoco es un estado permanente. Sí
he sentido odio en algún momento. Odio contra el general Pinochet,
¡lo digo claramente! Sentí odio por todo lo que pasó
en este país y también cuando pienso en Jorge se refiere
a su marido, el ingeniero Jorge Muñoz, detenido-desaparecido
en 1976, mientras ella vivía exiliada en Moscú. ¡Que
alguien me explique por qué a un ser humano como él, con
esas virtudes, con esa inteligencia, con esa tolerancia que tenía,
por qué alguien lo pudo matar!
-¿Usted se siente tolerante?
-Sí. A mí me marcó muy fuerte el gobierno de Allende,
que fue un gobierno muy tolerante! No fue un gobierno de un solo partido,
al contrario de lo que se dice. Fue una coalición de partidos
donde convivíamos ¡realmente!
-¿Cuál es su juicio histórico del gobierno de Allende?
-Fue un muy buen gobierno. Con toda la reflexión del caso, con
todo lo que ha pasado, con los tiempos como han cambiado, ¡con
todo!, fue un gran gobierno. Hubo hechos que marcaron al país.
Hizo realizaciones tan con sentido de nación...
-¿Cómo qué?
-Como completar la reforma agraria; la nacionalización del cobre.
Junto con errores, que no justifico, como las tomas de fábricas
pequeñas, lo que iba contra el concepto económico del
gobierno de Allende. Las tomas de fundos, siendo que la ley establecía
los límites...
-¿Cómo explica la escasez y la violencia de entonces?
-En gran parte la guerra contra el gobierno de Allende que se financió
¡no lo olvidemos! desde dentro y fuera del país. ¿Cómo
se entiende que al día siguiente del golpe apareciera de todo?
La intervención imperialista de los Estados Unidos ¡no
nos olvidemos! Que se cometieron errores, ¡sí se cometieron!
-¿Por ejemplo?
-Haber llevado un área de la economía la social a un grado
de exageración. Pero de eso no somos responsables los comunistas.
Fue otro sector, dentro de la Unidad Popular, el Partido Socialista
y el MIR, con la política de avanzar sin transar, que era simplemente
tomar todo. Era una equivocación. Una actitud irreflexiva de
la cual no se daban cuenta y que sirvió de pretexto para crear,
en otro sector de la población, un estado sicológico que
condujo a la desestabilización.
-¿Fue sobrepasado Allende?
-Yo creo que falló la Unidad Popular, como conducción
política. Los partidos de la UP no estuvieron a la altura de
Allende. No tuvieron la madurez política ni la visión,
ni un sentido profundo de lo que significaba el gobierno de Allende,
de hacia dónde avanzábamos. Que una obra como esa iba
a desatar una intervención internacional era ¡evidente!
Pero no hubo profundidad en el análisis político, fue
muy inmediatista. Allende tenía un gran respaldo social; los
jóvenes éramos felices, fuimos capaces de poner a un millón
de jóvenes en trabajos voluntarios...
-Y esos millares de jóvenes que salían a protestar, la
marcha de las mujeres, ¿eran organizadas por Estados Unidos?
-Por el imperialismo, ¡claro! Incluso la campaña de Frei
del '64. Y, después, financian la huelga de los transportistas,
estos grupos como Patria y Libertad, todo eso, incluido el asesinato
del general Schneider. Estados Unidos intervino directamente Nixon,
Kissinger porque podía propagarse la experiencia de la Unidad
Popular.
La candidatura
-Llegando al presente, ¿candidata hasta el final?
-¡Hasta el final!
-Siendo bien realista, ¿qué sentido tiene su candidatura?
-Tiene mucho sentido. El principal es decir que puede existir y podemos
construir algo distinto a este período en que estamos viviendo,
de un profundo dogmatismo neoliberal, un modelo muy excluyente. Mi candidatura
es el derecho de los que estamos en profundo desacuerdo con la Derecha
por su participación no toda ella en la dictadura y estamos profundamente
descontentos con la Concertación.
-Casi sin darse tiempo para tomar aire, enfatiza:
-¡El peor error de la Concertación es el pacto que hizo
con el pinochetismo, por detrás de la gente! Terminó aceptando
tres cosas: la institucionalidad se mantiene la Constitución,
el sistema binominal y ¡todo! y nada cambia; el sistema económico
neoliberal y el papel de las Fuerzas Armadas dentro de la política.
-¿Había otro camino?
-Sí. ¿Por qué la sociedad chilena, el gobierno
de la Concertación, no se preguntan qué ha pasado en Chile
que después de 25 años de la derrota del gobierno de Allende,
de su muerte, no se puede hacer una conmemoración en paz ? ¡Este
no es un cuento de los violentistas y de los comunistas! ¿Qué
sucede en Chile que el pasado no se puede incorporar al presente? ¿Por
qué continúa esta tremenda división?
-¿Por qué cree usted?
-Porque la Concertación es simplemente el continuismo. Existe
una gran mayoría en la sociedad y, lo que es más serio,
jóvenes que no conocieron la Unidad Popular, que no nacieron
en los años más duros de la dictadura, que no resisten,
no les gusta y rechazan a este gobierno porque es la connivencia entre
un pasado que tiene que ajustar cuentas por el bien de la sociedad y
un presente que se deja dominar por ese pasado que es el militarismo,
la presencia de Pinochet que hoy aparece ¡cómo es posible!
como árbitro de la situación política. No es un
asunto de imágenes, sino real: Pinochet pasa a ser el árbitro
y da pena ver a senadores de la Concertación, incluso socialistas,
haciendo un papel absolutamente secundario. ¿Quién dirige
la orquesta en el Senado? ¡Pinochet! El 87-88 no estábamos
en la Alianza, nos demoramos un poco en llamar a que la gente se inscribiera.
Era lógico: teníamos desconfianza. Al final llamamos a
la gente ¡y la gente votó! Después de los 17 años,
de todo lo que sufrimos y esperamos... ¡No valía la pena!
-¿Cuál era la alternativa? ¿La revolución?
-Haber mantenido la movilización de la gente. El error profundo
de la Concertación es esta estafa que cometieron con su gente:
haber firmado este acuerdo y haberse echado al bolsillo la heroica lucha
del pueblo. Si hubiéramos empujado un poco más para una
salida democrática más completa, se hubiera obligado a
los FF.AA. a hacer mayores concesiones. ¿Quién obligó
a la Concertación a aceptar lo que aceptaron? Al final la dictadura
logró más.Y la Concertación lo fue aceptando todo
y derrochó el tiempo político que se le presentaba a favor.
-¿Reivindica la política de rebelión popular?
-Para su momento, sí. Fue absolutamente necesario: el camino
que nos ayudó a tener fe para seguir luchando contra la dictadura.
-¿Y la lucha armada?
-Considero que en su momento fue legítima.
-¿Atentados como el del Melocotón?
-Sí. Era la lucha por la vida. Seguían matando gente todos
los días. Fue el intento de un grupo para deshacerse del dictador.
-Y mataron a cinco de sus escoltas.
-Lo encuentro lamentable.
El último 11
-Usted se sacudió olímpicamente de la responsabilidad
de los incidentes del 11...
-Yo me sacudo ¡muy responsablemente! de cualquier incidente. De
las muertes, de los 300 y tantos heridos graves. Quien asumió
la responsabilidad de lo que iba a ocurrir es el Gobierno. ¡Cómo
es posible que no haya autorizado a pasar por La Moneda! Si hubiera
autorizado la marcha habría sido mucho más fácil
controlarla; nosotros nos hacíamos responsables... Ahí
se meten grupos infiltrados
-¿Quiénes?
-Carabineros de civil, claramente, como se mostraron en el funeral de
Claudia López. Hay fotos. Gente de la derecha. Yo me pregunto
¿qué fue de los CNI, Dina, etcétera? La represión
tremenda que se ejerció contra nosotros fue para notificar a
toda la gente que quiera protestar: a los profesores, a la Salud, a
la gente que queda cesante, a Taltal, a todos. Fue una represión
¡irracional! ¿Cuánto habrán presionado a
la justicia para que no se nombrara un ministro en visita? Nosotros
somos los primeros interesados, pero el Gobierno sabe que nosotros ¡no
tenemos responsabilidad y no se atreve! El Gobierno debió pedir
ministro en visita.
-El lumpen, ¿es infiltrado?
-Muchachos de 15 años expresan el gran descontento que hay en
la juventud, descontento que no tiene cauce. Esa es la locura de esta
sociedad hipócrita e injusta que es la causante de todo: ¡es
el sistema! Dicen "la Gladys Marín convoca y los cabros
salen a tirar piedras". Pero ¿qué hacen si no tiran
piedras? No es que los justifique, pero me los explico. No tienen trabajo,
no tienen dónde estudiar, hay un gran descontento y el Gobierno
debe tomar nota: esto va a seguir creciendo.
Los votos
-¿Qué porcentaje de votos calcula para usted?
-Van a bailar millones en la campaña. Algunos van a Europa a
buscar plata..., otros la sacan de las empresas, otros de las comunas
ricas. Será una campaña muy dura. En la presidencial pasada,
con el cura Pizarro, obtuvimos casi cinco por ciento. Esa votación
la vamos a doblar ¡lejos! Hay gente demasiado optimista trabajando
conmigo que habla del 12 por ciento, quizás sí, quizás
no, pero yo le digo: cada voto más será un triunfo.
Esta candidata es muy consciente y muy realista:
-Yo no me muero el '99, espero seguir el próximo siglo igual...
Estamos creando conciencia. Yo creo que el voto más útil
es el que la gente deposite en mí. El voto que se pierde es ese
que se dice hay que votar por alguien que pueda salir. Pero ¿para
qué? Sea Zaldívar o Lagos, ¿para qué van
a votar a la Concertación? ¿Para continuar con el mismo
modelo? Para mí es tremendo decirlo: hoy día la distribución
del ingreso es más regresiva que durante la dictadura.
-¿La idea es quitarle votos a Lagos?
-No. Hay mucha izquierda e independientes que no quieren votar por la
Concertación. Llámese Lagos o Zaldívar. Yo interpreto
a otro mundo... Yo, por lo menos, quiero interpretar, ni Derecha ni
Concertación, sino a la gente que siente que este sistema tiene
que ser cambiado. Contra el neoliberalismo. Va mucho más allá
de la izquierda.
-¿Qué sistema propone a cambio? ¿El comunismo?
-No. La recuperación de un Estado nacional democrático.
Bajo el neoliberalismo los estados pasan a jugar un papel secundario.
Quienes dirigen la economía a nivel mundial son los grandes conglomerados
económicos, las transnacionales.
-En el supuesto de que a la segunda vuelta llegaran Lagos y Lavín,
¿por cuál votarían?
-...Tenemos que ver cómo pesa nuestra votación, porque
votar por cualquier candidato sólo puede ser en función
de un programa de cambios y de un gran compromiso. No vamos a votar
por el mal menor.
-A su juicio, ¿qué representa la candidatura de Lagos?
-A la Concertación, la continuidad y él se ha encargado
de decirlo todo este tiempo: más de lo mismo. Incluso se ha manifestado
contra la elevación de sueldos. Dice que hay que cuidar los índices
macroeconómicos y ¿qué índices macroeconómicos?
Los que da este sistema neoliberal. Y él está ¡absolutamente!
en los cauces del neoliberalismo. Para mí un socialista es quien
se plantea ¡claramente!, no escondiéndolo, la superación
de este sistema capitalista. Esas transformaciones deben ser estructurales.
Yo creo en el reagrupamiento de las fuerzas populares.
-¿Qué fuerzas?
-Debiera estar el PS, el PC, la Nueva Alternativa Popular desprendida
del PS, el Partido de Alternativa Socialista, la Izquierda Cristiana,
el MIR, los excluidos del sistema: los cuatro millones 200 mil pobres,
los jóvenes que no tienen trabajo, los que no tienen dónde
ni cómo estudiar. Todos los que no están con la Derecha,
con las transnacionales, con la Concertación; los que se sienten
marginados.
-¿Aspira a resucitar la Unidad Popular?
-No. Nadie puede reeditar a la UP. Corresponde a otro momento.
Pinochet dijo en "Cosas" que usted debería leer "El
Libro Negro del Comunismo".
-¿Qué le recomendaría leer a él?
El último libro de la Patricia Verdugo.
DEFINICIONES
-Frei:
-Presidente de los empresarios. No entiende de otros problemas del país.
¡No entiende el problema de los derechos humanos! Cuando veo que
no tiene la grandeza y el valor de asistir a la misa de homenaje a Allende...
No entiende el problema del pueblo Pehuenche: va e inaugura la planta
Pangue y dice que se va a construir Ralco de todos modos. Es un hombre
de negocios. Un hombre de derecha.
-Lagos:
-Un hombre del sistema que hace grandes esfuerzos por alejarse de cualquier
pertenencia con una izquierdareal.
-Allende:
-La figura ética, moral, más grande de este siglo. Y es
el Presidente más democrático que ha tenido Chile.
-Pinochet:
-Quisiera decir pasado, pero lamentablemente todavía no se puede
decir... Una expresión de inhumanidad.
"Si Yo Fuera Presidenta..."
-Primera ley que dictaría:
-Elevar los sueldos y salarios. Partiendo por elevar el salario mínimo
a unos 170 mil pesos.
-Primera ley que derogaría:
-La Ley de Amnistía. Llevaría a Pinochet ante la justicia.
Y terminaría con el sistema binominal.
-Política económica:
-Reforma tributaria: elevar los impuestos directos a las utilidades,
a lo menos al 20 por ciento. Hacer un IVA diferenciado, rebajando al
tres por ciento todos los artículos de primera necesidad comida,
libros y medicinas y elevárselo a los artículos suntuarios.
Impuestos a las grandes transnacionales. Repondría el impuesto
patrimonial de la época de Frei padre. Haría una reforma
a la Ley de Cobre: que el 10 por ciento de las ventas que se entrega
a las FF.AA. se destine a gasto social. Y aranceles diferenciados, manteniéndolos
para los productos que compiten con la industria nacional.
-¿Cómo financiaría a las FF.AA.?
-Tienen presupuesto suficiente. Y hay que hacer una reducción.
-Legislación laboral:
-Nuevo Código del Trabajo. Inmediata supresión del artículo
13, que permite el despido por necesidades de la empresa. Previsión
para las dueñas de casa.
-¿Reforma agraria?
-Como tal, no. Sí una política crediticia por parte del
Estado para los pequeños y medianos campesinos.
-¿Reforma bancaria?
-El Estado tiene que jugar un papel más activo en la banca. No
se trata de estatizar toda la banca, pero el Estado tiene que recuperar
un gran papel.
-¿Educación?
-La mejor educación pública gratuita de la mejor calidad
para todos. Que los que quieran pagar, tengan educación privada...
-¿Salud?
-Gratuita para todos. Financiada con el siete por ciento que pagamos
todos y con los impuestos.
- Reforma judicial:
-Que la Justicia Militar no pueda enjuiciar a los civiles. Crear el
Defensor del Pueblo. Buscar fórmulas para democratizar el Poder
Judicial.
-Estatización:
-Recuperaría medios de producción para el Estado: nuestras
riquezas básicas el cobre ha sido privatizado en la práctica
porque todos los yacimientos de reposición están en manos
privadas. Las fuentes energéticas, las telecomunciaciones, tienen
que estar en manos del Estado. Y revisaría todas las privatizaciones
hechas en la dictadura y ahora.
-Ley de divorcio:
-Desde luego.
-Aborto:
-Hay que legalizarlo. Es una realidad lamentable: 200 mil abortos al
año. No somos abortistas, pero hay que enfrentar la realidad.
-Droga:
-Estoy porque se legalice, pero en un cuadro distinto: hoy Chile es
un país enfermo, con 80 por ciento de gente infeliz. Crearía
miles de centros abiertos para explicar el daño irreversible
que produce la droga.
-¿Qué haría con un Congreso con mayoría
opositora?
-Llamaría a una elección extraordinaria, con sistema proporcional,
previo plebiscito para hacer la reforma. Suprimiría a los senadores
designados y al vitalicio, en primer lugar.
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