Eugenio Guzmán, sociólogo


La "mano de hierro" de Gladys Marín es, a juicio del sociólogo de la Universidad Adolfo Ibáñez, Eugenio Guzmán, lo que impidió el proceso renovador del PC.

-¿Qué rol cumplió Gladys Marín en la política chilena?
“En términos generales se pueden mencionar tres. Primero, el continuismo de las políticas radicales del PC latinoamericano, incluso en asincronía con lo que sucedía con los partidos de izquierda europeos. Segundo, el haber estado al mando del PC por una década, para lo cual fue necesario reformar los estatutos del partido, lo que la llevó a ser el líder indiscutido de la izquierda. Gladys Marín se convirtió, por una parte, en un icono que aglutinaba diversas manifestaciones de la izquierda tradicional (gremios, sindicatos, agrupaciones de derechos humanos, etc.) y, por otra, en una crítica de la alianza izquierda-DC en la Concertación, puesto que ello significaba la renuncia de la primera a sus principios y legitimidad histórica. Tercero, fue la primera mujer en ocupar un cargo de esta naturaleza en el país y en ser candidata presidencial de un partido histórico”.

-¿Qué diferencia su rol jugado en dictadura al jugado en democracia?
“Tanto el PC como algunos sectores de izquierda estimaban que la vía armada era una alternativa para derrocar al gobierno militar. Ello explica su apoyo tardío a la vía democrática para derrotar al gobierno de Pinochet, lo que la llevó a excluirse de la Concertación. Sin embargo, una vez llegada la democracia, era evidente que la tesis de la vía armada no tenía sentido, el objetivo político se había cumplido. Esto llevaría al PC a concentrar sus esfuerzos en impulsar la agenda de cambios cuya tesis sería que la transición no estará terminada hasta que sean removidas todas aquellas reformas implementadas durante el gobierno militar”.

-¿Cumplió algún rol en la mantención de la línea del PC? ¿En su no renovación?
“Sin lugar a dudas su “mano de hierro” se expreso en su constante crítica al proceso de transición desarrollado por la Concertación. Situación que no permitió espacio para un proyecto renovador. Adicionalmente, tampoco hubo intentos serios de parte de la Concertación por integrar al PC, de hecho no lo necesitó ni para gobernar ni para tener mayoría parlamentaria. Cabe preguntarse si de haber optado por una alternativa renovadora, que incluyese a sectores de izquierda desilusionados de la Concertación le hubiese permitido ampliar la base político-electoral del PC, en todo caso el hecho es que el PC no creció. Adicionalmente, cabe preguntarse si de haberse abierto, habría conservado el liderazgo que tuvo. Sus conflictos con Pavez, finalmente, reflejarían cierto quiebre con los movimientos sociales”.

-¿Qué responsabilidad tiene en la gestación de la lucha armada en Chile? ¿Se le puede atribuir directamente?
“No tengo antecedentes al respecto”.

-¿Su papel en la clandestinidad fue más necesario que en la legalidad?
“Ciertamente no”.

-¿Qué rol tuvo Gladys Marín en los movimientos sociales-sindicales chilenos post dictadura?
“Sin lugar a dudas, su liderazgo le permitió desarrollar esquemas tácticos de asociación con gremios claves como la salud y el profesorado, que han tenido un rol protagónico durante la transición. Sin embargo, las demandas de dichos sectores han constituido lo que desde el mundo de la izquierda se entiende como demandas locales o sectoriales de carácter instrumental, puesto que no ha tenido un objetivo político de cambio del sistema global, de allí que a pesar del éxito de dichos movimientos, ellos no tuviesen una traducción electoral. Este carácter sectorial e instrumental, sin embargo, no ha sido lo duradero que se esperaba, finalmente la ruptura con los movimientos sociales liderados por Pavez, así lo demostró”.

-¿Cómo la juzgará la historia?
“Si bien su radicalismo de izquierda y su inflexibilidad a renovar sus objetivos programáticos podrán ser criticados, lo cierto es que su consecuencia ha sido reconocida por todos los sectores. Su crítica directa a la izquierda de la Concertación le valió cierta ascendencia indiscutible”.