Guerra
terrestre en Afganistán
Al
Qaeda pone precio a soldados norteamericanos
El
Mercurio
Sábado
13 de octubre de 2001
Un
diario paquistaní cercano a los talibanes reveló que la red terrorista de Osama
bin Laden está dispuesta a pagar 50 mil dólares por cada efectivo militar estadounidense
capturado en territorio afgano.
KABUL/WASHINGTON/AGENCIAS.-
La red terrorista Al Qaeda (La Base), que dirige el saudita Osama bin Laden, ha
ofrecido una recompensa de 50.000 dólares por la captura de cada soldado estadounidense
que desembarque en Afganistán, aseguró ayer el periódico paquistaní "Ausaf".
El
diario citó a un portavoz no identificado de Al Qaeda, organización contra la
cual va dirigida la campaña antiterrorista de Estados Unidos en Afganistán, anunciando
que también se ofrecen 3.000 dólares por cada uniforme militar estadounidense
y 1.500 dólares por cada fusil norteamericano capturado.
En la región se
especula desde hace días con la posibilidad de una pronta intervención de tropas
terrestres aliadas.
"Ausaf" apoya a los movimientos radicales islámicos
y, de modo particular, al régimen fundamentalista de los talibanes en Afganistán,
al que Estados Unidos acusa de proteger a Osama bin Laden, el presunto responsable
de los atentados suicidas contra Nueva York y Washington del pasado 11 de septiembre.
Respiro
temporal
Los bombardeos norteamericanos sobre Afganistán, que se habían
sucedido con creciente violencia desde el domingo pasado, tuvieron ayer un leve
respiro, luego que el Pentágono decidiera bajar su intensidad debido a que el
viernes es el día de plegaria para los musulmanes.
El secretario de Defensa
de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, informó que los bombardeos fueron "suspendidos".
Sin
embargo, el alivio de los bombardeos duró poco. Varios aviones norteamericanos,
con apoyo británico, sobrevolaron Kabul en las primeras horas de la madrugada
del sábado (hora local) y se escucharon enormes explosiones en el área norte,
sacudiendo edificios en el centro de la capital.
"Creemos que fueron arrojadas
seis bombas", dijo un residente. "Las ondas expansivas de las bombas fueron muy
severas, pero en el cielo se vio menos fuego antiaéreo comparado con otras noches".
El
testigo agregó que un número indeterminado de aviones se habían escuchado sobre
la capital afgana.
Previamente, Rumsfeld había hecho un balance sobre los
primeros seis días de ataques aliados. "Hemos debilitado el poderío militar talibán
y hemos dañado, aunque no eliminado, sus capacidades de defensa aérea", reconoció
el máximo funcionario de la Defensa.
Rumsfeld dijo que las fuerzas militares
de Estados Unidos, con apoyo británico, han "trabajado sobre un buen número de
campos de adiestramiento de terroristas, aunque no todos".
Indicó que no
tenía idea de cuánto duraría la campaña en Afganistán, y rehusó vaticinar si las
acciones habrán concluido o se suspenderán después del 17 de noviembre cuando
comience el Ramadán, el mes sagrado para los musulmanes.
Según fuentes
del Pentágono, el auto del líder talibán, el mullá Mohammad Omar, puede haber
sido uno de los blancos alcanzados en los bombardeos anglo-norteamericanos contra
Afganistán.
El análisis de los bombardeos muestran que entre los blancos
alcanzados por los aviones puede estar el Chevrolet Suburban de Omar, que llevaba
personas sin identificar a bordo, pero que podrían ser familiares del mullá, dijo
la fuente.
Por su parte, los talibanes informaron ayer que la cifra de
afganos muertos por los ataques llegaría a los 300. De estas víctimas, por lo
menos 200 habrían muerto el miércoles en un bombardeo contra la aldea de Kakrak,
en las afueras de Jalalabad, en el oriente del país.
La cifra fue la mayor
cantidad de víctimas divulgada hasta ahora por el gobierno afgano, pero no pudo
ser verificada por fuentes independientes, debido a que la prensa occidental no
tiene acceso a Afganistán.
"Hasta ahora se han recuperado 160 cuerpos y
la mayoría de ellos eran niños y mujeres", dijo la AIP, agencia noticiosa talibán
con sede en Islamabad.
AIP informó también que por lo menos diez personas
murieron y varias viviendas fueron destruidas en Argandab, al norte del bastión
talibán de Kandahar.
La agencia dijo que otras bombas destruyeron viviendas
en Karaba, al norte de Kabul.
Estados Unidos ha dicho repetidas veces que
las misiones aéreas no atacan blancos civiles. No hubo comentarios inmediatos
del Pentágono acerca de las denuncias de los talibanes, pero funcionarios militares
han dicho que no se proponen comentar acerca de cada una de esas versiones.
Hambruna
En
tanto, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Mary Robinson,
pidió ayer a Estados Unidos una pausa en los bombardeos, sin la cual los afganos
"van a morir de hambre".
En declaraciones a la radio estatal irlandesa,
Robinson dijo que la situación de los civiles en Afganistán era "desesperada".
"La
urgencia ahora es utilizar esta ventana hasta alrededor del 15 o 16 de noviembre,
cuando la nieve del invierno no permita acceder y la gente se congele y muera
de hambre, porque no tendrán ni comida ni mantas", dijo. |