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Guerra contra el terrorismo
Alianza del Norte da ultimátum a talibanes
El Mercurio
Martes 20 de noviembre de 2001

Tres días tienen los rebeldes musulmanes y mercenarios extranjeros atrapados en la ciudad de Kunduz para rendirse incondicionalmente. De no llegar a un acuerdo, se teme que ocurra el mayor derramamiento de sangre de la guerra en Afganistán.

AP

KABUL, Afganistán.- La Alianza del Norte paralizó hoy su ofensiva sobre Kunduz en espera de unas críticas negociaciones para la capitulación que evitara presumiblemente la mayor carnicería de la guerra en Afganistán.

Fuentes afganas en esta capital de la vecina Tadjikistán dijeron que el viceministro de Defensa de la Alianza, Atikulá Barialai, dio un último plazo de tres días a los miles de talibanes y mercenarios extranjeros atrapados en la ciudad para rendirse incondicionalmente.

"Si llega a haber combate, será sangriento", declaró Barialai al cumplirse el octavo día de asedio del último fortín talibán en el norte afgano, añadieron.

Los bombardeos norteamericanos para minar las posiciones talibán también se redujeron notablemente, aparentemente tanto por las conversaciones en marcha como por estar el cielo nublado.

Otras fuentes dijeron que las negociaciones entre los comandantes talibanes Dadullá y Fazal y el general de la Alianza Abdul Rashid Dostum estaban previstas a medio camino de Mazar-e-Sharif, a unos 150 kilómetros al este de Kunduz.

Pero Dostum anunció previamente que no aceptaría la condición de abrir un pasillo para la salida de miles de talibanes y mercenarios árabes leales al terrorista número uno del mundo, Osama Bin Laden.

El famoso general de etnia uzbeka, cuya toma de Mazar-e-Sharif el pasado día 9 inició una espectacular ofensiva de la Alianza, se negó a todo trato con los mercenarios y rechazó la condición de abrir un pasillo para su salida hacia otro país.

Dostum ofreció amnistiar a los talibanes afganos que depusieran las armas, como ha ocurrido estos ocho días con unos mil militantes islámicos que huyeron de Kunduz y cambiaron de bando.

Con un historial a sus espaldas de crueles represalias en otras batallas de la larga guerra afgana, Dostum sólo garantizó a los mercenarios árabes un trato acorde con el "derecho internacional y las convenciones de derechos humanos".

De acuerdo con las últimas cifras de diversas fuentes, de 10.000 a 25.000 talibanes y voluntarios extranjeros están acorralados por las tropas de la Alianza, inferiores en número pero con fuerte apoyo aéreo de Estados Unidos.

Entre ellos están algunos de los más feroces miembros de Al Qaeda y árabes de la brigada 55 de Bin Laden, con cuatro comandantes a su cabeza que sembraron el terror en las calles de Kunduz, según los testimonios de miles de refugiados que lograron escapar.

Unos 4.000 pakistaníes, 3.000 militantes del Movimiento Islámico de Uzbekistán (MIU) y varios miles de chechenes, saudíes, uigures chinos y de países árabes se refugiaron en Kunduz al ir perdiendo sus bases en otras ciudades del norte.

En los combates de los días previos murió el cabecilla del MIU, Yumá Namangani, según anunció su viejo enemigo Dostum.

Los mercenarios, según relatos de desertores y civiles que han abandonado Kunduz desde la semana pasada, se hicieron dueños de la ciudad, amenazaron con matar a los talibanes que se rindieran y asesinaron a sangre fría a varios centenares de ellos.

Barialai dijo que los talibanes y mercenarios "no tienen donde ir", y que el ultimátum de tres días era el último plazo antes de lanzar sus tropas a una ofensiva generalizada.

Un portavoz de la Alianza informó también de que era inaceptable la propuesta del comandante talibán de Kunduz, el mulá Said, para que la entrega de armas y la rendición se hicieran bajo auspicios de la ONU, la Cruz Roja o la Media Luna Roja.

Otro general de la Alianza, Mohamed Daud Jan, pareció inclinado a garantizar el salvoconducto a todos los sitiados antes de que Dostum y Barialai rechazaran por completo la idea.

Pero Daud puntualizó que en aras de evitar "un baño de sangre", el pasillo sólo podría abrirse en el caso de que otro país aceptara acoger en su territorio a los extremistas.

Washington: situación en Kunduz es "estacionaria"

En Washington, el secretario norteamericano de Defensa, Donald Rumsfeld, dijo que la situación en Kunduz es "estacionaria", pero rechazó de plano todo acuerdo para permitir la salida de los mercenarios.

"No he hecho un recuento a mano alzada en Kunduz, pero me da la impresión de que la dureza del fuego allí sugiere que en su mayor parte no son afganos, son de Al Qaeda o de otros países", declaró.

Rumsfeld recordó que "son gente que ha hecho cosas terribles" y aseguró que la perspectiva de dejarlos escapar para reiniciar su actividad en otros países "no es una idea muy feliz".

 

 

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