CONTROL.- Expertos captados ayer tras inspeccionar el Capitolio en Washington, donde se han registrado casos de ántrax.

WASHINGTON.- Científicos de gobierno e independientes dijeron el miércoles que el ataque de ántrax contra la oficina del jefe de la mayoría demócrata del Senado, Tom Daschle, en el Capitolio, involucró un polvo muy refinado y avanzado que era bastante peligroso y no la forma primitiva del germen que algunos funcionarios federales describieron recientemente.

Tres destacados científicos - todos con experiencia en armas bacteriológicas y conocimiento de la investigación federal- declararon en sendas entrevistas que el polvo era de alto grado y en teoría capaz de infligir numerosas bajas.

Y de acuerdo a dos de ellos, el ántrax fue alterado de su estado natural para reducir su carga electrostática, un proceso que impide que pequeñas partículas se mantengan unidas y se adhieran a objetos cercanos, lo que las hace más volátiles.

Los expertos observaron que convertir el ántrax en un arma de destrucción masiva todavía requería pasos adicionales, como preparar el polvo en cantidad y averiguar cómo diseminarlo en forma más efectiva. Pero dijeron que funcionarios estaban restando importancia a la potencia de la sustancia por ignorancia o como un impulso para tranquilizar a la ciudadanía atemorizada.

William C. Patrick III, microbiólogo que diseño armas bacteriológicas antes que el Presidente Richard Nixon renunciara a ellas en 1969, manifestó que había sabido detalles de la indagación federal por un investigador. La sustancia del Senado, precisó, es bastante potente y capaz de viajar lejos en el aire para dañar a un gran número de personas.

Dijo que quienes prepararon las esporas de ántrax que llegaron a la oficina de Daschle habían producido un polvo seco que estaba notablemente libre de materias extrañas.

"Es de alto grado", aseguró Patrick. "Fluye libremente. No tiene electrostática. Y está sumamente concentrado", acotó.

Richard Spertzel, microbiólogo y ex jefe de equipos de inspección biológica en Irak para la ONU, dijo que habló con investigadores federales sobre la sustancia que apareció en el Senado. "No hay duda de que es de calidad para armas. Tiene todas las características, partículas finas y fáciles de esparcir", dijo. Las partículas deben ser pequeñas en tamaño para penetrar profundamente en los pulmones, donde pueden iniciar una infección letal.

Al Zelicoff, médico y experto en armas biológicas del Sandia National Laboratory en Albuquerque, Nuevo México, expresó que "estas personas saben lo que hacen".

Nuevos casos

Un empleado del servicio de correo del Departamento de Estado norteamericano y otro dependiente de la televisora NBC fueron ayer las nuevas víctimas del ántrax.

Mientras, los directivos del Servicio de Correo confirmaron que las inspecciones realizadas en las instalaciones de las oficinas de Nueva York han localizado cuatro máquinas distribuidoras de cartas contaminadas, posiblemente con la bacteria del ántrax.