Asesores observan a la Alianza del Norte
El
Mercurio
Martes
6 de noviembre de 2001
Testigos dicen que militares
de EE.UU. siguen en terreno las acciones de los opositores.
Paul
Watson, Los Angeles Times.
El domingo pasado, cuatro occidentales con lentes de sol y ropa deportiva miraban y filmaban mientras las tropas de la Alianza del Norte entrenaban en una ladera.
Uno de los observadores usaba una camisa Marlboro Classic con las mangas subidas que mostraba un reloj caro. Otro tenía lentes de sol Oakley. Todos con pantalones deportivos y pañoletas afganas que usaban como bufandas o para cubrir toda la cabeza, excepto los lentes de sol de marca.
Cuando un periodista les preguntó quiénes eran y qué estaban haciendo, se cubrieron con la pañoleta y se negaron a hablar. Se subieron a un furgón blanco y partieron.
Durante días, los rumores de que asesores militares de Estados Unidos han sido vistos en el Valle del Panshir han circulado fuertemente: inclinados contra su furgón, miraban atentamente a varios cientos de soldados de la Alianza del Norte mientras entrenaban.
La ayuda estadounidense de la última semana ha generado especulaciones en el sentido de que una ofensiva a gran escala es inminente. Pero todavía hay dudas sobre si los opositores están preparados para enfrentarse a los talibanes.
Guardan silencio
Cuando el reportero siguió haciendo preguntas, el intérprete afgano de los observadores manifestó que ellos hablaban español. Una fotógrafa presente expresó en castellano que ella también y aún así los hombres se negaron a hablar.
Los mismos hombres fueron localizados el domingo temprano en un furgón blanco Toyota sin patente cuando circulaban por un camino accidentado en el Valle del Panshir. Abandonaban un área donde los aldeanos dijeron que vieron caer misteriosos contenedores en paracaídas, cerca del poblado de Jangalak.
Cada contenedor tenía el tamaño de la parte posterior de una camioneta pickup y cayeron en el costado suroriental del río Panshir, lo más lejos posible del camino.
Un testigo contó que el sonido del avión lo despertó a él y a muchos otros en su aldea. Vio caer los contenedores desde su ventana y luego esperó para ver quién llegaba a buscarlos. "Los estadounidenses llegaron solos en un camión grande y se los llevaron a algún lugar", dijo.
Consultado cómo podía asegurar que eran estadounidenses, la fuente manifestó que todos sabían en el valle quiénes eran y que él los había visto al menos tres veces conduciendo en una dirección u otra en las sendas que atraviesan el valle.
Planes del Pentágono
Se creía que menos de 100 soldados de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos estaban en Afganistán la semana pasada, cuando el secretario de Defensa, Donald H. Rumsfeld, declaró enfáticamente que planeaba aumentar el número en tres o cuatro veces.
A pesar de que se sabe que soldados norteamericanos están en Afganistán, el Pentágono ha informado poco sobre dónde están o qué están haciendo, más allá de ayudar a identificar blancos para los bombardeos de los aviones y coordinar ataques con la oposición.
A medida que crece el despliegue, se cree que los soldados podrían estar ayudando a planear ataques y a dirigir soldados opositores mal entrenados en ofensivas terrestres contra ciudades bajo control talibán.
El Pentágono confirmó que considera establecer una base en el Panshir para varios cientos de sus tropas con el fin de apoyar operaciones de fuerzas especiales contra los talibanes. También declaró que está lanzando desde el aire municiones y equipo militar a la Alianza del Norte, que admite que tiene problemas logísticos severos agravados por las primeras nevadas de invierno.
Como paso previó, las autoridades estadounidenses designaron ayer a James Dobbins, ex asesor del ex Mandatario Bill Clinton sobre Kosovo y Bosnia, como enviado ante la oposición afgana. "Su misión será seguir nuestro trabajo con los grupos de oposición afganos para tratar de ayudarles a que formen un futuro gobierno para Afganistán", indicó el vocero del Departamento de Estado, Richard Boucher. |