Estados
Unidos
Ataques
terroristas dejan horror y destrucción
El
Mercurio
Miércoles
12 de Septiembre de 2001
Tres
aviones secuestrados fueron estrellados contra el World Trade
Center, en Nueva York, y contra el Pentágono, en Washington.
Ningún grupo se ha atribuido los atentados.
Caos. Hasta ahora no se
ha determinado el número de víctimas, pero
sólo en Nueva York los muertos podrían ser
miles. |
Analya
Céspedes - Corresponsal
WASHINGTON.-
Tres aviones comerciales fueron secuestrados por terroristas
y luego estrellados contra objetivos estratégicos en Nueva
York y Washington la mañana de ayer.
La primera de las letales colisiones se produjo a las 8:45
(misma hora en Chile) y la segunda a las 9:03. Cada una de
ellas tuvo como objetivo una de las llamadas torres gemelas
que hasta ayer eran los edificios más altos de la ciudad y
las piezas centrales del World Trade Center, en Manhattan.
La cadena de ataques terroristas también golpeó la capital
norteamericana, Washington DC, a las 9:38 de la mañana, cuando
el tercer avión secuestrado, de American Airlines, se estrelló
contra una de las alas del Pentágono, sede del Departamento
de Estado, y que ha sido calificado como uno de los edificios
más seguros del mundo.
A consecuencia de los atentados en Nueva York las torres gemelas
se desplomaron unos minutos después de los impactos, provocando
una letal nube de humo y escombros que inundó el perímetro
en torno al complejo.
Las construcciones eran consideradas símbolos del poder, del
comercio y del orgullo nacional.
Poco después de las 17:00 horas, un tercer edificio, de 47
pisos y parte del complejo del World Trade Center, se precipitó
al suelo.
Una gran cantidad de personal de emergencia se habría encontrado
al interior de las torres cuando éstas colapsaron. En este
sentido, el cuerpo de bomberos de Nueva York confirmó que
unos 300 de sus miembros perecieron. Junto a éstos, fuentes
policiales informaron que 78 agentes también murieron.
Estas cifras, sumadas a los pasajeros de los aviones, garantizan
un mínimo de cerca de 600 muertos. En todo caso, se calcula
que los fallecidos pueden ser miles.
Testigos afirman que decenas de personas se dejaron caer desde
las torres, de 110 pisos, desesperadas ante la imposibilidad
de escapar de las llamas.
También durante la mañana, una cuarta aeronave, de United
Airlines, se estrelló en los alrededores de Pittsburg, en
Pennsylvania, y aunque se ha confirmado que el avión volaba
hacia Washington, se desconoce hasta ahora si éste habría
fracasado en su intento por dirigirse hacia otro objetivo
estratégico con el fin de destruirlo.
Se cree que la aeronave se dirigía hacia el retiro presidencial
de Camp David, en Maryland, donde se conducen las negociaciones
de paz de alta importancia internacional.
Algunas versiones dijeron que el avión caído en las cercanías
de Pittsburg había sido destruido por la misma fuerza aérea
de Estados Unidos, pero fuentes de la Casa Blanca declararon
desconocer tal situación. Dos de las aeronaves involucradas
eran de la línea American Airlines y dos de United Airlines.
Dardos contra Bin Laden
Hasta el momento, ninguna organización se ha adjudicado el
ataque, aunque en Washington circulan rumores que afirman
que el líder terrorista de la organización Al Qaeda, el saudita
Osama bin Laden, estaría involucrado en su autoría. Al Qaeda,
sin embargo, ha negado estar involucrado en los hechos.
Todos los vuelos comerciales del país fueron suspendidos a
las 10:30 de la mañana.
En el ataque al Pentágono también hubo víctimas fatales, pero
no se han entregado cifras. Sólo en el avión que se estrelló
contra el edificio viajaban 64 personas.
El secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld,
estaba en su oficina cuando el avión alcanzó el lado opuesto
del edificio.
Testigos afirman que el boquete en el edificio del Pentágono,
que se podía apreciar desde una de las vías que circundan
al edificio, es tan grande que permite ver hasta el centro
de la construcción.
Los servicios de inteligencia, que originalmente trabajan
en el Pentágono, debieron ser reagrupados y redirigidos a
locaciones que no han sido reveladas y desde ahí dirigen las
operaciones de seguridad para enfrentar la crisis.
El Presidente George W. Bush, en un mensaje a la nación anoche,
señaló que Estados Unidos "no distinguirá entre los terroristas
que cometieron los atentados y quienes les amparan". El Mandatario
reconoció que miles de vidas se perdieron en los atentados
"deliberados y sangrientos", pero recalcó que EE.UU. "se mantiene
fuerte y unido".
Bush añadió que se ha puesto en marcha la investigación para
detener a los responsables de estos "maléficos atentados".
El Presidente se encontraba en el estado de Florida al momento
de los ataques. "La seguridad ha sido atacada esta mañana
por un cobarde sin cara, pero la seguridad será defendida",
dijo al conocer la noticia.
"Quiero asegurarle al pueblo de Norteamérica que todos, todos
los recursos del Gobierno Federal están movilizándose para
ayudar a las autoridades locales, para salvar vidas y para
ayudar a las víctimas de estos ataques", dijo el Mandatario,
quien regresó en la noche de ayer a la Casa Blanca.
Las comunicaciones entre el resto del país y Nueva York se
interrumpieron poco antes de las diez de la mañana.
Asalto con cuchillos
Aunque aún no se sabe quiénes son los responsables de los
ataques, se ha podido determinar que por lo menos en uno de
los secuestros se apoderaron de la aeronave sólo mediante
cuchillos.
Barbara Olson, esposa del subprocurador estadounidense, Ted
Olson, y una de las víctimas del avión que impactó al Pentágono
hizo dos llamadas telefónicas a su esposo antes de que la
aeronave se estrellara, informó la cadena televisiva CNN.
Olson, quien era una comentarista de la estación, "llamó a
su esposo dos veces durante el secuestro para decirle que
el avión había sido secuestrado", dijo la televisora.
La señora Olson le contó a su esposo que todos los pasajeros
y el personal de vuelo, incluyendo el piloto, fueron reunidos
en la parte trasera del avión, según la cadena. Las únicas
armas que mencionó fueron cuchillos y una navaja para cortar
cartón.
Ted Olson dijo que su esposa no hizo referencia a la nacionalidad
o los motivos de los secuestradores.
Una de las azafatas de uno de los aviones que se estrellaron
contra las torres gemelas también se pudo comunicar por medio
de un celular y, al igual que la señora Olson, habló de elementos
cortopunzantes."Están apuñalando a mis compañeras delante
de mis ojos", susurró.
También, la azafata contó que los secuestradores irrumpieron
en la cabina de los pilotos, inmovilizando a la tripulación
con un spray de pimienta o gas lacrimógeno.
Esta comunicación fue dada a conocer por los empleados de
los mostradores de American Airlines del aeropuerto de Boston.
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