TRIUNFADOR.- Michael Bloomberg (centro) recibió ayer a primera hora las felicitaciones del alcalde Rudolph Giuliani y del gobernador de Nueva York, George Pataki, ambos del Partido Republicano.

NUEVA YORK.- En su primera incursión política, Michael Bloomberg - el dueño y fundador de un grupo de medios financieros- , logró derrotar a Mark Green, un demócrata liberal con más de 20 años de carrera y once elecciones en el cuerpo, en la carrera por convertirse en el nuevo alcalde de Nueva York.

Con el 50% de las preferencias, Bloomberg superó a Green, quien obtuvo el 47%, y así se convirtió en el sucesor de Rudolph Giuliani.

"Esta noche no es sobre los republicanos o demócratas. Es sobre los neoyorquinos", expresó Bloomberg durante la celebración de su triunfo.

La victoria del empresario tuvo connotaciones históricas, no sólo porque gastó alrededor de US$ 50 millones de su propio bolsillo - lo que significó que es la campaña municipal más cara de Estados Unidos- , sino porque por primera vez un candidato republicano sucederá a un alcalde de su mismo partido.

"Hay un claro deseo de continuar con las políticas implementadas por Giuliani", dijo a "El Mercurio" Costas Panagopoulos, director del Programa de Gestión de Campañas Políticas de la Universidad de Nueva York. "Y una aprobación a cómo actuaron los republicanos frente a los hechos del 11 de septiembre".

Voto latino

La derrota de Green en parte fue culpa "de los demócratas, que hasta hace dos semanas dábamos por sentado que ganaríamos la elección", comenta Jordan Barowitz, ex director de comunicaciones de la campaña de Peter Vallone, uno de los precandidatos que se enfrentó a Green en las primarias demócratas.

En una ciudad en que la proporción es de cinco demócratas contra un republicano, hace sólo quincedías los sondeos mostraban que Green tenía una ventaja de 16 puntos sobre su rival, cosa que cambió días antes de la elección, cuando una encuesta mostró que los candidatos estaban empatados con 42%.

Entre las razones del brusco cambio de los votantes está el apoyo de última hora que Giuliani le dio a Bloomberg y que su equipo supo comunicar muy bien a través de la televisión y el correo. También, la dura segunda vuelta que tuvo que enfrentar Green contra el candidato latino Fernando Ferrer.

Los ataques de Green contra el político de origen puertorriqueño le ganaron el rechazo de las minorías negra y latina, que se negaron a darle su apoyo en la campaña contra Bloomberg. El voto latino, que normalmente favorece a los demócratas, quedó dividido.

El nuevo alcalde deberá enfrentar una difícil situación. A los esfuerzos de reconstrucción después de los atentados, se suma un déficit de entre 4.000 millones y 6.000 millones de dólares, el más grande en la historia de la ciudad de Nueva York.

A esto hay que agregar los US$ 105.000 millones que se calcula costará el desastre del World Trade Center y la pérdida de alrededor de 100.000 empleos.

Además Bloomberg tendrá que luchar contra la sombra de la exitosa gestión de Giuliani y enfrentar a los republicanos del resto del país, que no olvidan que hasta hace sólo 18 meses era miembro del Partido Demócrata y más cercano al centro que a la derecha.

El futuro de Giuliani

Probablemente, la única interrogante que todavía queda sin responder tras la elección del martes para la alcaldía de la ciudad de Nueva York es qué hará su actual alcalde Rudolph Giuliani después de que abandone su puesto el 31 de diciembre.

Hasta ahora, el alcalde saliente se ha mostrado reacio a hablar de sus planes futuros, pero sus alternativas son varias.

Los rumores van desde que es probable que se convierta en el nuevo jefe de la Oficina Central de Inteligencia (CIA) hasta que podría aceptar la oferta de encabezar la Corporación de Reurbanización del Bajo Manhattan.

Giuliani "puede hacer lo que quiera. Es un político muy hábil y joven, así que depende de él", comentó a este diario Maurice Carroll, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Quinnipiac.

Y esta opinión es respaldada con el amplio apoyo que Giuliani ha conseguido a nivel nacional. Su nombre lidera el ranking de aprobación con el 93 por ciento, por sobre el mismo Presidente George W. Bush, según una encuesta realizada por la empresa Harris, a fines de septiembre.

Por esto ya se habla de la posibilidad de una candidatura a la Casa Blanca en 2004, probablemente como compañero de lista de Bush en la reelección, en caso que Dick Cheney no quiera hacerlo por motivos de salud.

Sin embargo, al interior del Partido Republicano creen que a Giuliani no le será tan fácil dar ese paso, ya que si bien a nivel municipal lo ha hecho bien, ha cometido varios errores políticos en temas como el aborto, el control de armas y los derechos de los homosexuales.