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Ataque contra Afganistán
Bush promete la victoria sobre el terror
Analya Céspedes, corresponsal
Lunes 8 de Octubre de 2001

Según responsables de defensa, los ataques son la primera etapa de una larga campaña militar .



Treinta minutos después de iniciarse los ataques contra Afganistán, el Presidente George Bush se dirigió al país para confirmar las operaciones. El Mandatario precisó que "no fallaremos". Su mensaje fue atentamente seguido en los hogares y en diversos recintos públicos como este estadio en Florida.

WASHINGTON.- El inicio de los ataques contra los grupos terroristas liderados por Osama bin Laden sorprendió al país en medio de una apacible tarde de domingo. La tensión comenzó con las palabras del Presidente Bush: "Bajo mis órdenes, el ejército de Estados Unidos empezó los ataques contra los campos terroristas de Al Qaeda y contra las instalaciones militares del régimen talibán en Afganistán".

"No fracasaremos", prometió el Presidente unos 30 minutos después de iniciados los ataques, que recibieron el "firme apoyo" del Congreso estadounidense.

"Destruyendo campamentos e interrumpiendo las comunicaciones, haremos más difícil para la red terrorista entrenar nuevos reclutas y coordinar sus planes diabólicos (...) El nombre de la operación militar de hoy es Libertad Duradera. Defendemos no sólo nuestras preciosas libertades, sino también la libertad de la gente en todas partes para vivir y criar a sus hijos sin temor", señaló Bush.

Según responsables de Defensa estadounidenses, los ataques lanzados ayer son la primera etapa de una larga campaña militar cuyo objetivo último es derrocar a los talibanes y destruir las redes terroristas que operan en Afganistán.

"Al final (esas redes) van a derrumbarse por dentro, por la combinación total de todos los recursos de todos los países" dispuestos a acabar con ellas, dijo el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. "Y eso significará la victoria", añadió.

Funcionarios del Pentágono indicaron que los ataques durarán al menos varios días, antes de que las fuerzas británicas y estadounidenses pasen a otra fase de la campaña. "Esto no terminó", aclaró Rumsfeld.

Aunque la lucha se desarrolla en tierras afganas, se teme que sus consecuencias alcancen el territorio norteamericano, pues existe el temor de nuevos ataques terroristas en la nación.

Seguridad amenazada

Entre los expertos en seguridad causó estupor la dureza de las declaraciones de Osama bin Laden, difundidas ayer (ver nota aparte). El activista dijo que los estadounidenses jamás tendrán seguridad.

El senador Robert Graham, presidente del Comité de Inteligencia del Senado, advirtió sobre los peligros de nuevas acciones. "Los terroristas quieren detener nuestra escalada militar, creando terror adicional en Estados Unidos", dijo Graham.

El Departamento de Estado emitió una advertencia sobre los riesgos de atentados contra intereses norteamericanos en todo el mundo. Las medidas de seguridad en las embajadas y misiones estadounidenses en el extranjero, así como el Departamento de Estado en Washington, están en "extrema alerta".

Además, el Vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, se encuentra en una residencia secreta como medida de precaución.

En Nueva York, la ciudad declaró la Condición Omega, el máximo estado de alerta al que jamás haya llegado una ciudad en el país. El alcalde Rudolph Giulani aclaró que habrá una estricta vigilancia policial al interior de la ciudad y en las carreteras de acceso.

En las horas que siguieron a la arremetida conjunta de Washington y Gran Bretaña, diversos analistas comentaron los alcances de las acciones militares. Todos ellos coincidieron en que la jornada de ayer marcó el comienzo de una lucha larga e intensa.

"Apenas estamos viendo la primera cara del ataque, que hasta ahora ha seguido los patrones de las acciones emprendidas contra Irak durante la Guerra del Golfo Pérsico, en 1990, y más tarde en Yugoslavia, en 1999", dijo a la CBS John Hiller, ex oficial de Operaciones Especiales de las Fuerzas Armadas norteamericanas.

"Lo que los ejércitos de Estados Unidos e Inglaterra deben lograr es movilizar a las fuerzas de los talibanes y de los grupos terroristas, sacarlos de sus escondites. En la medida que ellos se muevan a través del territorio va a ser posible localizarlos. Si los localizan, va a ser posible atacarlos y acabar con ellos", sostuvo Hiller.

Algunas de las naciones fronterizas con Afganistán han confirmado el apoyo a la coalición conformada por Estados Unidos y Gran Bretaña después de los ataques, factor que es considerado clave por los analistas para garantizar el éxito de la escalada militar. Ese es el caso de Uzbekistán y Pakistán, naciones que se encuentran entre los más entusiastas aliados de Washington.

Tony Cordesman, consultor en temas militares de la cadena de televisión ABC, se mostró confiado de la posibilidad que las fuerzas británicas y norteamericanas resulten exitosas. "El régimen talibán y los aliados de Osama no tienen medios ni infraestructura para conducir una guerra de largo aliento. No tienen suficientes provisiones, armamentos ni combustible", dijo.

Párrafos destacados del discurso de Bush

Advertencia: "Hace más de dos semanas, formulé a los líderes talibanes una serie de claras y específicas demandas: cierren los campamentos terroristas, entreguen a los líderes de la red Al Qaeda, y devuelvan a todos los extranjeros, incluso ciudadanos norteamericanos, injustamente detenidos en su país. Ninguna de esas demandas fue satisfecha. Y ahora, los talibanes lo pagarán".

El operativo bélico:
"Nuestra acción militar busca despejar el camino para operaciones sostenidas, amplias e implacables para hacerlos salir y llevarlos ante la justicia. Al mismo tiempo, el pueblo oprimido de Afganistán conocerá la generosidad de Estados Unidos y sus aliados".

El enemigo: "Estados Unidos es amigo del pueblo afgano, y somos amigos de los cerca de mil millones de personas que practican el islamismo en todo el mundo. Los Estados Unidos son enemigos de quienes ayudan a los terroristas y de los criminales bárbaros que profanan una religión asesinando en su nombre".

Apoyo: "Hoy nos centramos en Afganistán, pero la batalla es más amplia. Todos los países pueden elegir. En este conflicto no hay terreno neutral. Si cualquier gobierno auspicia a los delincuentes y asesinos, se convierten en delincuentes y asesinos ellos mismos. Y seguirán ese camino solitario asumiendo su propio riesgo".

Militares: "A todos los hombres y mujeres en nuestras FF.AA., a cada marino, a cada soldado, a cada aviador, a cada guardia costero, a cada infante de marina, les digo: su misión está definida. Los objetivos son claros. Su meta es justa. Tienen mi total confianza".

La victoria final: "Desde el 11 de septiembre, una generación entera de jóvenes estadounidenses ha obtenido un nuevo entendimiento del valor de la libertad y sus costos en el deber y sus sacrificios. La batalla se libra ahora en muchos frentes. No renunciaremos, no vacilaremos, no descansaremos y no fallaremos. La paz y la libertad prevalecerán. Que Dios continúe bendiciendo a Estados Unidos".

 

 

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