KABUL/AGENCIAS.- Por lo menos cuatro periodistas occidentales desaparecieron ayer y al parecer habrían muerto, tras ser detenidos por una patrulla armada en una carretera entre Jalalabad y la capital afgana, Kabul. Algunos testigos escucharon disparos luego que los periodistas fueron sacados de sus automóviles.

El Canciller italiano, Renato Ruggiero, dijo a la prensa en Bruselas que, con base en la información surgida de la escena del hecho, parece que los periodistas murieron.

"Mediante contactos con la unidad de crisis ahí, tenemos pruebas de que cuatro cadáveres corresponden a los de los cuatro periodistas", dijo Ruggiero.

Entre los desaparecidos están un camarógrafo y un fotógrafo de la agencia de noticias Reuters; un corresponsal del diario español "El Mundo" y una enviada del diario italiano "Corriere della Sera".

Un portavoz de Reuters dijo que los periodistas estaban "desaparecidos y se teme que hayan muerto".

El grupo viajaba en un convoy de unos ocho vehículos por una provincia capturada recientemente por fuerzas antitalibanes. Sin embargo, algunos combatientes talibanes y voluntarios árabes leales a Osama bin Laden se encuentran al parecer en el área.

Instante de la detención

Los conductores dijeron que dos de los vehículos fueron detenidos por un grupo de seis hombres armados que sacaron a la fuerza a los periodistas.

Los asaltantes llevaron a los periodistas a las montañas cercanas, agregaron. El conductor Mohamed Farrad dijo que escuchó entonces tres o cuatro ráfagas de fusil automático Kalashnikov.

"Llevaron a los periodistas (al monte), y cuando los periodistas se volvieron para mirarlos (a los asaltantes), les dispararon sin compasión alguna", indicó el testigo.

Los conductores huyeron y avisaron al resto del convoy, que se encontraba rezagado a cierta distancia, para que diera marcha atrás.

Las autoridades antitalibanes en Jalalabad organizaron un operativo en el área para dar con los periodistas y sus captores.

En Londres, Reuters identificó a sus empleados desaparecidos como el camarógrafo Harry Burton, un australiano, y Azizullah Haidari, un fotógrafo nacido en Afganistán.

María Grazia Cutuli, una periodista del "Corriere della Sera", también está desaparecida, dijo Guido Santevecchi, editor de ese diario.

Pero el gobierno italiano confirmó la muerte de la periodista italiana, quien falleció "cumpliendo el deber de informar en un país mortificado por veinte años de conflicto civil", dijo el Presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi.

"El Mundo" dijo que uno de sus principales corresponsales, Julio Fuentes, viajaba en ese convoy y no han tenido noticias de él.

Versión de testigos

En una estación de autobuses en Kabul, un automovilista dijo que viajaba desde la capital provincial de Jalalabad cuando vio un cadáver sobre la carretera.

El conductor precisó que se detuvo y que encontró otros tres cadáveres. Ninguno tenía heridas visibles, a excepción de un hombre que parecía haber sido golpeado en el rostro. Uno de los cadáveres, dijo el testigo, era una mujer.

La versión de este testigo no se pudo confirmar de manera independiente.

Tres corresponsales occidentales murieron hace aproximadamente una semana en el noreste afgano, cuando fuerzas de los talibanes emboscaron a combatientes de la opositora Alianza del Norte.

El gobernador de Jalalabad (este) confirmó ayer que un grupo de periodistas fue secuestrado, pero no precisó si fueron asesinados.

"Hasta ahora no hay pruebas de que estas personas hayan sido asesinadas", afirmó Haji Abdul.

En Bruselas, el Canciller español, Josep Piqué, dijo ayer que "aún hay motivos para la esperanza" sobre la suerte de los cuatro periodistas.

La imposibilidad de confirmar la suerte de los profesionales se debe a que ni la Cruz Roja ni la Alianza del Norte han podido llegar al lugar del suceso.

Fuerte condena de la prensa

Dos grupos defensores de la libertad de prensa expresaron ayer indignación por la presunta muerte de cuatro periodistas mientras viajaban en una caravana en Afganistán.

Al criticar lo que calificó de "actos horrendos, barbáricos", la Asociación Mundial de Periódicos instó a la Alianza del Norte y a la coalición liderada por Estados Unidos a llevar a los responsables a la justicia.

La agrupación Reporteros Sin Fronteras (RSF) expresó su "consternación e inquietud" por la supuesta muerte de los periodistas.

Esta organización recomendó a los profesionales "que soliciten escoltas cuando abandonen las ciudades bajo control de las fuerzas antitalibanes" de la Alianza del Norte.