Delegados
afganos debaten en Bonn gobierno postalibán
El
Mercurio
Lunes
26 de noviembre de 2001
Las Naciones Unidas intentan
con esta cita iniciar el camino para la instauración
de un régimen democrático en Kabul.
Extremas medidas de seguridad. |
Agencias
BERLÍN/ISLAMABAD.-
Enviados de los distintos grupos afganos que negociarán a
partir de mañana el futuro político del país asiático comenzaron
a llegar ayer a Alemania para tratar de sentar las bases de
un gobierno interino que sea capaz de restaurar la ley y el
orden tras el derrocamiento del régimen talibán.
La Organización de Naciones Unidas (ONU), tras intensas negociaciones,
convocó la conferencia interafgana, que se prevé dure dos
semanas, como parte del inicio de un plan de dos años destinado
a establecer un nuevo Ejecutivo democrático en Kabul, que
sea aprobado por la tradicional Loya Jirga (Gran Consejo)
y sea representativo de todos los grupos étnicos existentes
en el país.
La reunión se celebrará en la casa de huéspedes del Gobierno
alemán en Sankt Petersberg, en las afueras de la ciudad de
Bonn, donde desde este martes unos 32 delegados afganos comenzarán
una serie de debates sobre el futuro de su país, azotado por
la guerra y la pobreza.
El encuentro será custodiado por un fuerte dispositivo policial,
que ya está en máxima alerta.
Tres posibilidades
Aunque el organismo internacional pretende una amplia representación
de los sectores afganos (incluido los exiliados), los talibanes
no contarán con delegados en la conferencia y, según los expertos,
la reunión estará dominada por tres grupos de poder.
"Se dice que las negociaciones serán entre los distintos grupos
étnicos, pero en realidad son tres los grupos de poder que
tienen el futuro de Afganistán en sus manos", explica el analista
y exiliado político afgano Abdul Yalil.
Se trata de la opositora Alianza del Norte (que agrupa a uzbekos,
tadjikos y hazaras); los pashtunes agrupados por el jefe militar
Gulbuddin Hekmatyar; y el grupo de Roma en torno al depuesto
Rey Mohammed Zahir Shah.
La tarea de Bonn será la de acercar posiciones entre los "antioccidentales"
de Hekmatyar, los "pro-occidentales" del ex Monarca, y la
Alianza, que asume una posición equidistante, añade Yalil.
Hay ciertas tendencias de que el ala moderada de la Alianza
del Norte, representada sobre todo por su canciller Abdullá
Abdullá, está dispuesto a acercarse a los monárquicos, dejando
a un lado a los radicales de Hekmatyar.
Sin embargo, todo parece indicar que también existen coincidencias
en no dar mucho espacio al ex Rey, de 87 años, derrocado en
1973. Uno de los que quieren limitar la influencia de los
monarquistas, dice Yalil, es Abdul Rashid Dostum, el general
y comandante uzbeko, miembro de la Alianza.
"Lo bueno de esta conferencia va a ser que después de mucho
tiempo, todos los participantes estarán obligados a escuchar
lo que digan los otros, por más que no les guste lo que digan",
señala el analista.
Añade que los resultados de las deliberaciones tienen que
ser muy claros: "La policía y los grupos armados debe saber
quién es el que da las órdenes y al que hay que obedecer,
la política exterior debe ser asumida por una sola persona
y además habrá que acordar un plan económico de reconstrucción". |