KABUL/AGENCIAS.- Luchando contra el tiempo y en el convencimiento de que la demora en la conformación de un nuevo gobierno sólo empeorará la convulsionada situación en Afganistán, enviados internacionales intensificaron ayer las gestiones diplomáticas en Kabul.

El enviado especial adjunto de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Afganistán, Francesc Vendrell, se reunió ayer con el ministro de RR.EE. de la Alianza del Norte, Abdullá Abdullá.

El personero ha mantenido en los últimos días diversas reuniones, que aún no han dado, en su opinión, un resultado tangible. Uno de los objetivos de la ONU es la convocatoria de la "Loya Jirga", gran asamblea tribal, para que apruebe una administración provisional, su programa de acción y sus propuestas en materia de seguridad.

El emisario especial estadounidense, James Dobbins, quien apoya el esfuerzo de la Organización de Naciones Unidas, se reunió con el Presidente Burhanuddin Rabbani, para tratar sobre el futuro gobierno.

Por su parte, representantes del gobierno ruso iniciaron sus contactos con la Alianza del Norte, para "brindar ayuda técnica en la formación de una coalición de gobierno en Afganistán", señaló una alta fuente en Moscú.

Los líderes de la Alianza del Norte pidieron a la ONU que proponga a representantes de la etnia pashtún, la más vinculada con el régimen de los talibanes, para que asistan a un encuentro a fin de conformar un nuevo gobierno.

En Bruselas, la UE condicionó la ayuda económica para Afganistán a un acuerdo de largo alcance entre etnias y facciones afganas.