Consecuencias
financieras del ataque:
La
economía y el horror
Sebastián
Edwards
El Mercurio
Domingo
16 de Septiembre de 2001
Una
visión sobre el eventual comportamiento de la economía en el
país del norte, luego de los ataques que sufriera el martes
11 de septiembre.
SEBASTIÁN
EDWARDS.- Impresiones personales y efectos económicos
del terrorismo en EE.UU.
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El
sentido de desolación es abismante. A pesar de haber visto
las imágenes mil veces, nadie lo puede creer.
Más allá del horror generalizado, cada persona se ha quedado
con distintas visiones traumatizantes. Yo, con tres: La gente
saltando al vacío es algo que me recurre. Aunque he rehusado
ver esas imágenes y cierro los ojos cuando aparecen en la
televisión, sueño con ellas. Los bomberos también me vuelven
y vuelven a aparecer. Me acuerdo de mis cuatro años de bombero
en la 1ª Compañía de Santiago - en el viejo cuartel de Moneda
con San Antonio- , y me pregunto ¿Qué hacía yo metido en una
profesión de héroes? ¿Qué hacía? La tercera imagen que me
da vueltas es la de los aviones. Yo había tomado esos vuelos
muchas veces. Durante 1996, cuando recién estaba regresando
a Los Angeles después de tres años en Washington D.C., tomé
el vuelo desde Dulles una infinidad de veces. Era un vuelo
conveniente, porque permitía pasar la noche en D.C., y aprovechar
casi todo el día siguiente en LA. Lo malo consistía en que
era un avión más bien chico, un 757, no tan cómodo como los
767 o 777. También tomé los vuelos desde Boston. Alternadamente:
una vez el de American, otra vez el de United. Para así ir
acumulando millas en forma pareja. Más aún, cuando mi hija
Magdalena vivía en Cambridge, ella tomaba esos vuelos cada
vez que venía a visitarnos en la costa oeste. Me imagino el
horror en las cabinas.La noche anterior al ataque había estado
mirando, largamente, fotografías del World Trade Center. Tenía
que viajar a Argentina donde iba a dar un discurso sobre "Productividad
y Crecimiento". Mi ponencia era dura y muy crítica del sistema
económico argentino. Por eso quise terminarla con referencias
más bien positivas sobre la creatividad de los argentinos
como individuos. Buscando imágenes y ejemplos pensé, entre
otros, en el gran arquitecto argentino César Pelli, quien
diseñó el complejo de edificios aledaños a las torres gemelas
- el World Financial Center. En el Web Site de Pelli hay unas
fotos magníficas tomadas desde New Jersey - posiblemente desde
el ferry- , donde aparecen sus majestuosos edificios, más
bien bajos y gordos, con las dos torres erguidas y esplendidas
detrás. Duele pensar que es una imagen que nunca se volverá
a repetir.
Desde el momento mismo de la tragedia, empecé a recibir llamadas
de los periodistas. Querían saber cuáles serían las consecuencias
económicas de los ataques. Al principio no quise hablarles
y los esquivé. Paulatinamente, sin embargo, comprendí que
sólo cumplían con su labor de reportear y de mantenernos informados,
y empecé a hablarles.
Tasas de interés, acciones y dólar
Los efectos económicos se darán, a lo menos, a cuatro niveles.
En el inmediato plazo, los consumidores tomarán una actitud
más vacilante y cuidadosa, incluso temerosa. Esto pondrá presiones
adicionales sobre una economía que ya estaba, prácticamente,
en recesión. No me cabe duda que la reacción de la Reserva
Federal será pronta y firme. Alan Greenspan y sus colegas
continuarán inyectando liquidez y, sin dudas, volverán a bajar
la tasa de interés de los fondos federales. De hecho, con
su eficiencia habitual, el mercado de bonos ya ha anticipado
las acciones del Chairman Greenspan. En el primer día de transacciones
después de los ataques, el precio de los bonos experimentó
aumentos interesantes.
Al mirar hacia adelante, la pregunta es hasta dónde estará
dispuesto a llegar el Fed en su política de tasas de interés.
Tendrán la resolución para empujarla por debajo del mítico
3%? Creo que antes de los ataques éste era un escenario altamente
improbable. Los expertos lectores de la alambricada retórica
de Greenspan aseguraban que el 3% era el piso absoluto para
esta importante variable de política monetaria. Ahora, todo
ha cambiado. De hecho, creo que podemos pensar en tasas del
2,5% para principios del próximo año. Pero no hay que entusiasmarse
demasiado. Estas nuevas rebajas de tasas tardarán, y bastante,
en tener efectos sobre la economía real. Más aún, ellas sólo
beneficiarán a los países emergentes - incluyendo a la Argentina
y a Brasil- si se traducen en sustanciales caídas en las tasas
de más largo plazo, algo de por sí cuestionable.
Un segundo efecto de corto plazo será sobre el mercado bursátil.
A pesar de las fuertes caídas de las últimas sesiones, el
mercado accionario continuaba sobrevaluado. La incertidumbre
generada por los ataques - sumada a la posibilidad de nuevos
atentados en el futuro cercano- no son un buen presagio para
las acciones. Las próximas semanas se caracterizarán por volatilidad
y nuevas caídas en los precios de estos valores. Todo esto
reforzará el malestar y temor de los consumidores, haciendo
que la recesión se transforme en un evento prácticamente cierto.
Una interrogante importante se refiere al comportamiento del
dólar en las semanas venideras. Durante los últimos años la
fortaleza de la moneda americana ha sido el reflejo de enormes
flujos de capital que han permitido que los Estados Unidos
mantengan un déficit externo del 4,5% del PIB, nivel sin precedentes
en la historia moderna del país. Si como consecuancia de la
inestabilidad político-militar estos flujos, de pronto, se
desploman, el dólar sufrirá una rápida pérdida de valor. Es
posible pensar, bajo este escenario, en una tasa del dólar/euro
de 1,05 a 1,07 para fines de este año. Esto, sin duda, complicaría
a la Argentina, la que al haber adoptado la controvertida
"convertibilidad ampliada", apostó a que el euro sólo recuperaría
la paridad muy lentanmente.
Pero quizás la pregunta más importante sea si los ataques
terroristas afectarán la (a veces vacilante) vocación internacionalista
de los EE.UU. Desafortunadamente, creo que el escenario más
probable es uno donde los políticos en Washington - y especialmente
en el Congreso- decidan, por un lado, "castigar" a los terroristas,
y por otro reducir el nivel de protagonismo internacional
del país. Me temo que la primera víctima de esta nueva posición
será la legislación migratoria que había propuesto la administración
Bush. Francamente, no veo a un Congreso de la Unión apoyando
entusiasmadamente una nueva ley que permita la entrada legal
al país de varios millones de personas de piel oscura. Creo,
también, que el entusiasmo por los pactos comerciales internacionales
se verá fuertemente mermado. Es difícil que haya vía rápida
para ampliar el NAFTA, o para firmar con la golpeada Argentina
un pacto comercial bilateral. La ayuda finaciera también sufrirá,
afectando tanto a paises pobres como a países en crisis.
Si bien no creo que EE.UU. retorne al aislacionismo de la
entreguerras, sí creo que entará en un período de solitaria
introspección. Lo terrible es que, como resultado de esto,
todos estaremos un poco más solos.
IDENTIDAD
Sebastián Edwards.
Es el Henry Ford II Profesor en UCLA. También es Profesor
Extraordinario en el IAE, Universidad Austral Argentina. Entre
1993 y 1996 fue el Economista Jefe para América Latina del
Banco Mundial. |