Afganistán
EE.UU.
incrementa su presencia militar
El
Mercurio
Lunes
5 de noviembre de 2001
El
Pentágono confirmó la infiltración de más
comandos de las Fuerzas Especiales.
ATAQUES.- En una intensa continuación de los bombardeos
a Afganistán, ayer en la mañana aviones
estadounidenses B-52 lanzaron más de 100 bombas
contra las posiciones talibanes en el noreste del país. |
WASHINGTON/AGENCIAS.-
El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Richard
Myers, confirmó ayer que Washington aumentó su número de fuerzas
terrestres en Afganistán.
A pesar del mal tiempo, el Pentágono logró infiltrar en las
últimas horas en Afganistán a otros comandos de las Fuerzas
Especiales, reveló Myers durante una entrevista con la cadena
NBC.
"Anoche establecimos otro par de escuadrones", afirmó el general,
quien confirmó que la actividad principal de las Fuerzas Especiales
"es en estos momentos actuar como apuntadores para la coordinación
de los bombardeos y llevar adelante los contactos con los
líderes de las fuerzas de la Alianza del Norte".
"Cuantos más equipos tengamos en el terreno, más efectivamente
podremos usar el poder aéreo contra las líneas talibanes y
continuaremos haciendo eso", agregó el general, quien también
desmintió las informaciones acerca de que una operación de
fuerzas especiales del pasado 20 de octubre en las cerca-nías
de Kandahar encontró una dura resistencia, que causó doce
heridos, tal como publicará esta semana el semanario "The
New Yorker".
El incremento de tropas terrestres concuerda con lo consignado
ayer por la prensa británica, la que señaló que Washington
y Londres se disponen a lanzar una oleada de intervenciones
terrestres en Afganistán con el fin de derribar rápidamente
el régimen talibán.
Para "The Sunday Telegraph", esta nueva operación es "inminente"
y "The Sunday Times" afirma que un ataque masivo con centenares
de soldados será lanzado "de aquí a unas semanas".
Durante una escala en Uzbekistán, antes de viajar a Islamabad,
el secretario de Defensa Donald Rumsfeld también se refirió
ayer a la ofensiva aliada.
"Los esfuerzos para luchar contra las redes terroristas continúan.
Creemos que avanzan a un ritmo que muestra progresos notables",
aseguró Rumsfeld.
Es así como en los ataques más intensos desde que se inició
la campaña militar el 7 de octubre, ayer en la mañana bombarderos
B-52 lanzaron más de 100 bombas en cinco horas contra las
posiciones talibanes en el noreste de Afganistán, cerca de
Tadjikistán.
Cielo despejado
En un cielo sin nubes, se observaba desde tierra y desde las
riberas del río Kojsha a los B-52 lanzando bombas sobre los
cerros donde estaban instaladas las tropas talibanes.
En el norte, los combatientes de la Alianza del Norte (oposición
armada) luchan encarnizadamente con los talibanes por el control
de la ciudad de Mazar-e-Sharif, en manos de la milicia integrista
desde 1998.
La captura de esta posición estratégica, podría servir de
base para un despliegue eventual de las fuerzas estadounidenses
y para operaciones de apoyo logístico.
La Alianza del Norte anunció el sábado que logró su primer
avance en las líneas talibanes en la carretera que lleva a
Mazar-e-Sharif, al apoderarse del distrito de Aq Kupruk, unos
70 kms al sur de la ciudad. 800 talibanes se rindieron, 200
fueron hechos prisioneros y 80 murieron, según la oposición.
Pero en la noche, los talibanes afirmaron haber recuperado
el distrito, matando a varios opositores.
Un portavoz de la Alianza del Norte confirmó ayer por la mañana
esta contraofensiva, pero afirmó que sólo la parte oriental
del distrito cayó en manos de los talibanes y anunció que
la oposición se disponía a contraatacar a su vez.
Además, un avión aterrizó por primera vez en el nuevo aeropuerto
de la oposición afgana, construido con ayuda de EE.UU. en
Cherkat.
Fuentes militares indicaron que el avión, que desde lejos
parecía un Antonov, permaneció unos 15 minutos en la polvorienta
pista antes de despegar de nuevo.
En Kabul, en tanto, una bomba alcanzó un camión, dejando a
nueve talibanes heridos, declaró Abdul Wakil Omari, jefe adjunto
de Bajtar, la agencia oficial de los talibanes, milicia que
ayer recibió el refuerzo de 1.200 guerreros procedentes de
las zonas tribales paquistaníes para unirse a la Guerra Santa.
En tanto, Washington recibió ayer el "refuerzo" de Italia,
país que se integró al dispositivo militar norteamericano
contra los talibanes.
"Nuestras fuerzas ya forman parte de los elementos operacionales
que podrán ser utilizados por el mando de las operaciones
Libertad Duradera", indicó el ministerio de Defensa italiano
en un comunicado.
Se trata por ahora de una participación teórica, porque los
plazos y modalidades de ese compromiso serán decididos cada
vez de manera puntual, agregó la fuente.
Roma puso a disposición fuerzas aéreas, navales y terrestres,
capaces de estar en el terreno de las operaciones en un plazo
de 15 a 60 días.
Uzbekistán, un aliado clave
El secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld,
se aseguró ayer en Uzbekistán un aliado fiable en Asia Central
y la cabeza de puente para una eventual nueva fase de la campaña
contra el régimen talibán.
El jefe del Pentágono no develó cuáles son los nuevos pasos
que dará su país en la campaña de Afganistán pero dejó claro
que cuenta con Uzbekistán como su principal aliado en Asia
Central. Para muchos, incluso más fiable que Pakistán, donde
el riesgo de insurrección civil presagia dificultades para
los efectivos americanos.
La visita de Rumsfeld a Tashkent, procedente de Dushambé y
Moscú, y que luego continuó en Pakistán, coincidió con nuevos
rumores sobre el empleo por Estados Unidos de una nueva base
uzbeka para sus tropas y aviones, al borde de la frontera
afgana.
Al reunirse con el Presidente uzbeko, Islam Karimov, Rumsfeld
mostró su mayor aprecio por la "cooperación real" del gobierno
uzbeko en la actual crisis. |