Tora
Bora
EE.UU.
quiere que los afganos busquen a Osama
El
Mercurio
Viernes
28 de diciembre de 2001
Aunque
aún no ha tomado una decisión definitiva, Washington
está dando incentivos materiales a los combatientes de
ese país para que rastreen al líder de Al Qaeda
en la región.
El plan original de Estados Unidos de enviar a alrededor
de 500 infantes de marina y tropas del ejército
a la zona enfrenta la dificultad de tener que erigir una
base en un sector en el que persiste un fuerte sentimiento
antinorteamericano. |
Michael
R. Gordon, The New York Times.
JALALABAD.- El ejército de Estados Unidos está revisando un arriesgado plan para que las tropas norteamericanas busquen rastros de Osama bin Laden y de otros guerrilleros de Al Qaeda en las cavernas de Tora Bora, al tiempo que está ofreciendo incentivos para conseguir que sean las fuerzas afganas las que encabecen la operación, dijeron funcionarios de Estados Unidos.
El viernes pasado, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, dijo estar enviando cientos de tropas más para que se unan a la milicia afgana en la búsqueda de Bin Laden y de otros líderes de Al Qaeda, y con la esperanza de poder prevenir futuros atentados. Los funcionarios dijeron que el plan era enviar a alrededor de 500 infantes de marina y tropas del ejército.
Tora Bora es una región agreste, sembrada de minas antipersonales. Además del riesgo, la misión tendría que construir y mantener una base para dar alojamiento a los efectivos estadounidenses en un sector en el que persiste un fuerte sentimiento antinorteamericano.
Compás de espera
El despliegue, que se esperaba que comenzara a operar a inicios de esta semana, ahora se mantiene en un compás de espera.
En cambio, los funcionarios norteamericanos están presionando a los comandantes afganos de la región de Jalalabad para que examinen este agreste terreno. Washington les está ofreciendo incentivos tales como armas, dinero y ropa de invierno, señalaron funcionarios norteamericanos.
"Se trata de encontrar una correcta mezcla de incentivos para lograr que desempeñen un papel más activo", declaró un alto oficial de las fuerzas armadas en Washington.
Pero si la milicia afgana se opone y se niega a comprometer el número de sus soldados que los comandantes norteamericanos creen que son necesarios para escudriñar el área, es probable que Estados Unidos tenga que enviar un número adicional de tropas, declaró el miércoles en Washington un oficial de ejército. Una importante opción para esta semana sería la de enviar un complemento ampliado de la división de operaciones especiales, en lugar de infantes de marina o de tropas regulares del ejército.
La división de operaciones especiales está acostumbrada a trabajar con grupos afganos y representaría un problema menor que si se tratara de varios cientos de infantes de marina y soldados del ejército.
Opción válida
Pero los constantes cambios que está experimentando el plan destinado a dar caza a Bin Laden plantea la pregunta de si el Gobierno del Presidente George Walker Bush tiene realmente una idea clara de la forma en que será posible encontrarlo y poner fin a la guerra en Afganistán.
Oficiales del Comando Central de Estados Unidos en Tampa, Florida intentaron el miércoles restarle importancia a la idea que la caza de Bin Laden estaba siendo sometida a los ajustes normales propios de planes militares.
"No hemos hecho llegar ningún infante de marina a Tora Bora, pero esta posibilidad continúa siendo una opción", dijo el coronel Rick Thomas, un portavoz del Comando Central. "Continuaremos observando la situación en Tora Bora y el progreso que han efectuado las fuerzas de la coalición".
Durante toda la campaña, la preferencia del Pentágono ha sido intentar que los afganos sean los que la dirijan.
La semana pasada oficiales norteamericanos se mostraron preocupados cuando los comandantes afganos en ésta área prácticamente declararon que ya había llegado a su fin la campaña militar.
El general Tommy Franks, quien dirige las operaciones estadounidenses en Afganistán, fue quien pidió que se enviaran refuerzos terrestres, porque se encuentra preocupado de que los aliados afganos no cuenten con la capacidad y, especialmente, tampoco la voluntad, para tomar el control de Tora Bora, señalaron oficiales del ejército.
Pero ahora los oficiales norteamericanos dicen que es posible que los afganos se encuentren persuadidos de seguir adelante, ya que las recompensas son muy atractivas. "Aún estamos tratando de convencerlos de que trabajen en las cavernas mismas", dijo un alto oficial norteamericano. "Si no lo hacen, tendremos que adoptar el Plan B".
40 muertos en ataque
Unos 40 civiles murieron y otros 20 quedaron heridos la noche del miércoles al jueves cuando aviones norteamericanos bombardearon el pueblo de Naka, en la provincia de Paktia (este de Afganistán), informaron ayer vecinos de esa localidad.
"No hay ninguna justificación para este ataque aéreo, porque en nuestro pueblo no hay ningún talibán ni ningún miembro de Al Qaeda", declaró a la AFP Abdul Samad, vecino de Naka.
Otro testigo precisó que, además de los 40 muertos, entre los cuales había mujeres y niños, los bombardeos destruyeron una treintena de casas, y mataron varias cabezas de ganado.
La aviación estadounidense - con bombarderos pesados y con aviones tácticos- también destruyó ayer una edificación en la provincia de Ghazni (este afgano) donde se encontraban dirigentes talibanes, según informó el general Richard Myers, jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, quien no informó de víctimas. |