Ofensiva
de Washington
EE.UU.
pone precio a líderes terroristas
Agencias
Jueves
11 de Octubre de 2001
El
Presidente George W. Bush espera que las recompensas de hasta
cinco millones de dólares faciliten su captura.
Detrás de los fotógrafos aparecen los afiches
de algunos de los 22 terroristas más buscados por
Estados Unidos. El FBI habilitó una página
en Internet para recibir datos sobre ellos. |
WASHINGTON/AGENCIAS.-
En lo que ha definido como la apertura de un nuevo frente
en la lucha contra el terrorismo, George W. Bush presentó
ayer la lista de los 22 presuntos terroristas más buscados
por Estados Unidos.
En la lista figuran además de Osama bin Laden sus lugartenientes
y otros "históricos" sospechosos de participar
o planear atentados terroristas del extremismo islámico
contra objetivos de Estados Unidos.
Los nombres y fotografías están expuestos en
Internet y Washington espera que las recompensas de hasta
cinco millones de dólares incitarán a muchos
a cooperar o dar pistas para su captura.
Se trata de "una nueva línea de ataque en la guerra
contra el terrorismo", dijo Bush, quien recalcó
que, si al terrorismo le gusta esconder su rostro, "nosotros
lo exponemos hoy a todo el mundo".
El objetivo de Washington es que tanto gobiernos como ciudadanos
de países extranjeros cooperen activamente en la localización
y detención de los sospechosos, tanto por las recompensas
individuales como por el interés de las naciones en
ganarse el favor de Estados Unidos.
"Esperamos resultados de los países que forman
nuestra coalición, y un buen comienzo sería
ayudarnos a llevarlos ante la justicia", dijo Bush al
presentar la lista en la sede del FBI.
El Presidente recalcó que estos 22 hombres - todos
ellos relacionados con el terrorismo islámico- son
sólo "los primeros" de la lista, en la que
se incluirán nuevos nombres a medida que avancen las
pesquisas.
En la lista figura también Imad Mughniyah, presunto
creador del grupo integrista libanés Hezbolá,
responsable de un atentado suicida que causó la muerte
de 241 marines estadounidenses en Líbano en 1983.
Mughniyah, uno de los dirigentes terroristas más enigmáticos
y menos conocidos, es buscado por su presunta responsabilidad
en el secuestro de un avión estadounidense en 1985,
que fue desviado de Atenas a Beirut, donde un militar norteamericano
que viajaba en la nave fue torturado y asesinado.
También figuran dos egipcios, Mohamed Atef y Ayman
al-Zawahiri, identificados como lugartenientes de Osama bin
Laden.
Otros de los terroristas más buscados de EE.UU. están
relacionados con el atentado con una camioneta bomba contra
el World Trade Center de Nueva York (1993), y el plan para
colocar bombas en 12 aviones de pasajeros norteamericanos
sobre el Pacífico (1995).
Otros están acusados de participar en el atentado contra
las Torres Khobar (Arabia Saudita) en 1996, en el que murieron
19 militares estadounidenses, y los cometidos en 1998 contra
las embajadas de Washington en Kenya y Tanzania, con once
muertos norteamericanos y más de 200 víctimas
locales.
"Deben ser encontrados, detenidos y castigados",
resaltó Bush.
Esta nueva lista es "el arma más nueva" contra
el terrorismo, señaló el director del FBI, Robert
Mueller.
Las páginas de internet con los sospechosos (www.dssrewards.net
o www.ifccfbi.gov) y las instrucciones para comunicar pistas
han sido elaboradas en cuatro idiomas: inglés, francés,
español y árabe.
Levantan restricciones
En otra actividad, el Presidente George Bush sostuvo ayer
en la mañana una reunión con un grupo de legisladores,
en la que se retractó de su decisión de restringir
severamente los informes al Congreso sobre la guerra contra
el terrorismo.
El líder de la mayoría en el Senado, Tom Daschle,
aseguró que los miembros del Congreso se comprometieron
a manejar la información delicada con "más
disciplina y mayor discreción".
"El Presidente dijo lo suyo. Todos vamos a ser más
cuidadosos", expresó el líder republicano
en el Senado, Trent Lott.
Los legisladores dijeron que Bush ofreció una tregua:
los comités del Congreso sobre servicios armados y
relaciones exteriores seguirán siendo informados sobre
las operaciones diplomáticas y militares.
Bush había acusado el martes a algunos legisladores
de filtrar secretos a la prensa la semana pasada, justo antes
de los ataques aéreos en contra de Afganistán.
Esas filtraciones hicieron que Bush ordenase a los secretarios
de su gabinete y a los directores de la CIA y el FBI que sólo
informasen a los cuatro líderes del Congreso, además
del presidente y vicepresidente de los comités de inteligencia.
Se frustra nueva ola de atentados
En Egipto, la policía antiterrorista frustró
una segunda ola de ataques de pilotos suicidas contra objetivos
occidentales al disolver una célula de Al Qaeda en
el país, de acuerdo a informaciones de la prensa de
ese país.
El semanario "Al Mussawar" informó que las
fuerzas de seguridad egipcias habían descubierto un
complot para montar "ataques simultáneos en diversas
capitales del mundo". Según la publicación,
una docena de personas relacionadas con la conspiración
fueron arrestadas.
La información decía que había "varios
técnicos" entre los arrestados, junto con dos
pilotos que se habían entrenado en la misma escuela
de vuelo que Mohammed Atta, el terrorista que estaba al mando
del vuelo 11 de American Airlines que se estrelló en
el Word Trade Center. Atta era miembro de la Jihad Islámica
egipcia, la organización que una vez encabezó
Ayman al-Zawahiri, a quien se describe como el asistente de
Osama bin Laden y "cerebro real" detrás de
la campaña terrorista islámica.
En tanto en Milán, donde se inició una represión
contra miembros de
Al Qaeda, la policía arrestó a Mohammed Ben
Aoudai, tunecino, mientras que a un segundo sospechoso, Riadh
Jelassi, se le entregó una orden de arresto por terrorismo
en la prisión en la que cumple una pena por recibir
artículos robados. Stefano Dambruoso, el fiscal de
Milán que realiza investigaciones antiterroristas,
aseveró que tenía evidencia de una estrecha
cooperación entre miembros de Al Qaeda en Italia, Alemania,
Francia, España y Bélgica. |