Estados
Unidos se concentra en Osama
El
Mercurio
Viernes
16 de noviembre de 2001
El Pentágono cambia su
estrategia y confirma la presencia de más de 100 comandos
operando en el sur de Afganistán.
Michael
R. Gordon, The New York Times
WASHINGTON.-
Marcando un cambio de estrategia por parte del Pentágono,
altos personeros norteamericanos indicaron el miércoles que
más de 100 comandos estadounidenses están en el sur de Afganistán,
circulando en vehículos especiales y llevando a cabo operaciones
secretas contra los talibanes y líderes de Al Qaeda.
Este nuevo plan, que busca aumentar la presión sobre el régimen
talibán y demostrarle que las fuerzas norteamericanas son
capaces de operar en el campo adversario, incluiría una mayor
concentración en la recolección de inteligencia y en la caza
de Osama bin Laden y los secuaces de su red de apoyo.
Para esto, los comandos han bloqueado los caminos; marcado
potenciales franjas de tierra para las fuerzas norteamericanas;
realizado misiones de reconocimiento, y buscado huellas de
Osama bin Laden.
Inicio de misiones
Funcionarios americanos dijeron que las misiones en el sur
comenzaron tras la operación del 19 de octubre, en la que
Rangers y comandos de la Fuerza Delta atacaron un recinto
usado por el mullá Mohammed Omar y ocuparon brevemente un
aeropuerto cerca de Kandahar.
Sin embargo, el disidente saudita ha resultado ser escurridizo
y personeros de Washington no creen que sus comandos hayan
estado cerca de capturarlo.
El secretario de Defensa Donald Rumsfeld manifestó en una
entrevista con "The New York Times" que Bin Laden podría incluso
tener acceso a un helicóptero y tratar de salir de Afganistán
para encontrarse con un jet en un país cercano.
A medida que la campaña militar norteamericana se traslada
hacia el sur, la operación ha entrado a una fase nueva y muchísimo
más compleja. Rumsfeld envió un doble mensaje el miércoles.
Indicó que las fuerzas armadas norteamericanas mantendrían
la presión durante el Ramadán. Incluso un oficial del Pentágono
informó que se están enviando tres aviones AC-130 a Uzbekistán.
Pero al mismo tiempo, pidió paciencia para una estrategia
que depende de otras fuerzas, ataques aéreos, comandos norteamericanos
y británicos, pero no de numerosas tropas de tierra norteamericanas.
En el norte, Washington contaba con un aliado para trabajar:
la Alianza del Norte. Pero la guerra en el sur es mucho menos
fiable.
Comandos estadounidenses y británicos están montando operaciones
encubiertas en un terreno cada vez más caótico en el que los
talibanes y las fuerzas de Al Qaeda se han dispersado, algunos
cruzando la frontera hacia Pakistán o escondiéndose en las
montañas y otros esforzándose para defender Kandahar, base
política de los talibanes.
Funcionarios de la inteligencia paquistaní señalaron que desde
el domingo alrededor de tres mil talibanes y combatientes
de Al Qaeda han cruzado hacia su país por la frontera oeste,
por lo que Islamabad señaló ayer que ha incrementado las medidas
de seguridad en el sector.
Desde un principio, el Presidente George W. Bush ha dicho
que quiere a Osama bin Laden "vivo o muerto", y el Premier
británico, Tony Blair, ha sido explícito en decir que llevar
a la justicia al liderazgo de Al Qaeda es uno de los propósitos
principales de la campaña. Tony Blair incluso anunció ayer
una recompensa de cinco millones de dólares para quien entregue
al disidente saudita.
Es por eso que el Pentágono sabe que la operación podrá considerarse
un fracaso si Bin Laden se les escapa de las manos. |