Tora
Bora, Afganistán
Fin
a cacería de Osama en las montañas
El
Mercurio
Miércoles
9 de enero de 2002
El
general norteamericano Tommy Franks dijo que sus soldados lo
rastrearán en Pakistán.
Los primeros 70 soldados alemanes en unirse
a la fuerza internacional de seguridad en Afganistán
partieron ayer rumbo a Kabul. En la foto, antes de abordar
su avión en Bonn. |
KABUL.-
Las Fuerzas Armadas norteamericanas están a punto de concluir
la búsqueda de Osama bin Laden en las montañas de Tora Bora,
en el este de Afganistán, al no poder localizarlo en las cuevas,
pese a los repetidos ataques por tierra y aire contra los
residuos de su organización terrorista Al Qaeda y las milicias
talibanes.
El general Tommy Franks, comandante de las fuerzas norteamericanas
en la región, dijo en su cuartel general de Florida, que la
búsqueda en las cuevas y túneles no dio con el paradero del
millonario saudita, culpado por los ataques terroristas del
11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.
Esa búsqueda concluirá en "las próximas 24 horas" (hoy), dijo.
Franks añadió que Pakistán autorizó que las fuerzas norteamericanas
persigan al prófugo saudita en su territorio, aunque reconoció
que no hay pruebas de que se encuentre en suelo de ese país.
Coordinación
En algunos casos, los paquistaníes deberán perseguir a Bin
Laden, si es que se le detecta, y a otros prófugos de Al Qaeda,
dijo Franks. Agregó que efectivos de EE.UU. se hallan en Pakistán
para coordinar con el Ejército de ese país.
Pese a todo, el Pentágono informó ayer que militares estadounidenses
capturaron en Afganistán a dos destacados miembros de Al Qaeda
y confiscaron computadoras, teléfonos celulares en un vasto
complejo de cavernas.
Tres ex ministros del depuesto gobierno talibán - los ex titulares
de Defensa, Justicia y Minas e Industria- se rindieron ayer,
según Jaled Pashtun, vocero del gobernador de Kandahar, Gul
Agha.
"Miembros de alto rango de están llegando uno a uno y uniéndose
a nosotros", expresó por teléfono Pashtun. Respecto del mullá
Mohammed Omar, ex líder espiritual de los talibanes, el portavoz
señaló que se halla en el centro de Afganistán, en la región
de las provincias de Ghor, Uruzgún y Helmand.
Mientras los norteamericanos permanecen en la búsqueda, los
afganos esperan la llegada de nuevos efectivos internacionales
que mantendrán la seguridad. Los primeros soldados alemanes
y holandeses en unirse a la fuerza internacional partieron
ayer rumbo a Kabul.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Organización
de Naciones Unidas comenzó ayer sus operaciones de ayuda alimentaria
en la ciudad de Herat, en el oeste de Afganistán, por primera
vez desde el pasado mes de septiembre.
El organismo ha comenzado a proporcionar alimentos suficientes
para un mes a 340.000 habitantes de la ciudad, cerca de la
frontera con Irán, y a 324.000 del cercano campo de refugiados
de Maslaj.
Un total de US$15.000 millones requiere Afganistán en ayuda
para su reconstrucción en los próximos 10 años, según los
cálculos realizados por el Banco Mundial.
El diario paquistaní "The Nation", citando a Abid Hassan,
encargado del BM en la región, informó que los sectores que
más requieren ayuda son salud, agricultura y educación, postergados
debido a los años de guerras civiles, la sequía y los ataques
estadounidenses.
En el plano diplomático, el gobierno del Presidente paquistaní,
general Pervez Musharraf, anunció que reanudará las relaciones
diplomáticas con Afganistán la próxima semana, para estrechar
lazos con la nueva Administración interina de Hamid Karzai.
El ministro de Comercio paquistaní, Abdul Razzak Dawood, manifestó
que "tendremos relaciones diplomáticas completas con el gobierno
interino de Afganistán. Nuestra embajada en la capital Kabul
y nuestro consulado en Jalalabad".
Pakistán fue el último país en romper nexos con el régimen
talibán que gobernaba en Afganistán, tras los atentados terroristas
del 11 de septiembre pasado en Nueva York y Washington.
Islamabad fue un activo aliado del régimen talibán durante
los años en que se mantuvo en el poder pero, tras los ataques
terroristas congeló esas relaciones y se sumó a la campaña
iniciada por Washington.
Suicidio con una granada
Un combatiente de la red terrorista Al Qaeda se suicidó detonando
una granada para no ser capturado vivo después que intentó
escapar de un hospital en Kandahar, en donde estuvo parapetado
más de un mes con una docena de camaradas heridos.
El hombre, identificado por guardias del hospital como Mohammed
Rasool, saltó de una ventana del segundo piso poco antes del
alba, pero fue rodeado rápidamente por soldados.
"Se detuvo, miró a su alrededor, tomó una granada y se voló",
contó Mohammed Shafiq, un comandante local.
Otros seis miembros de Al Qaeda siguen en el hospital. "Han
tomado cuatro o cinco cuartos de la sala de medicina interna
y se teme que cometan actos de violencia si intentan capturarlos.
Están armados con pistolas y granadas", expresó.
Shafiq dijo que sus hombres los quieren capturar vivos, para
lo cual esperan que se les acaben los alimentos. |