Ofensiva
en Afganistán
Fuerzas
especiales, la siguiente fase en el conflicto
El
Mercurio
Lunes
15 de octubre de 2001
Sólo
mediante el uso de comandos, equipados con alta tecnología, se podrá
capturar al millonario saudita Osama bin Laden.
Albertos
Rojas Moscoso y Daniela González Diez
Tras
cumplirse una semana desde el inicio de los bombardeos aéreos contra Afganistán,
Estados Unidos se siente en buena medida victorioso y, según el Departamento de
Defensa, las baterias antiaéreas afganas ya no son una amenaza. En un
país con un ejército totalmente atomizado y sin infraestructura clave que atacar,
los blancos comienzan a escasear en Afganistán, pero la meta - capturar o matar
a Bin Laden y su red terrorista- permanece sin cumplirse. "No se puede
ganar esta batalla bombardeando blancos militares, no se lograría cumplir los
objetivos planteados. Bombardear es algo que había que hacer, pero tiene un sentido
más bien simbólico", dice Walter Mattli, profesor de Ciencia Política de la Universidad
de Columbia. En este escenario, todo indica que la etapa de bombardeos
desde gran altura empezará a declinar, mientras los combatientes se preparan para
una nueva fase de batalla: la lucha en terreno. Menos bombardeos
Washington tiene claro que no puede permitirse una guerra de guerrillas como lo
fue Vietnam y tampoco un enorme despliegue humano y técnico como el visto en la
Guerra del Golfo. Por eso lo más probable, según los analistas, es que
esta vez los norteamericanos opten por unidades especiales o grupos de comandos
- que apoyados por helicópteros y con objetivos muy precisos- intervengan en suelo
afgano. "Hace tres años los misiles lanzados sobre Afganistán y Sudán
en represalia por los atentados a las embajadas de Estados Unidos en Kenya y Tanzania
no sirvieron de nada. Ahora la respuesta tiene que ser más eficaz, cada terrorista
deberá terminar en un cementerio o en una cárcel", dice enfáticamente Francois
Heisbourg, director de la Fundación para la Investigación Estratégica.
Para este especialista francés en temas militares, esta vez la respuesta correcta
será enviar tropas terrestres, pero no unidades pesadas como en el caso de la
Guerra del Golfo. "Se deben usar fuerzas especiales, comandos o paracaidistas",
agrega. EE.UU. ya cuenta con mil efectivos de la 10.a División de Montaña
del Fuerte Drum de Nueva York desplegados en Uzbekistán y un número indeterminado
de hombres en dos bases aéreas de Pakistán. "Ellos son nuestras tropas
expertas en acciones de montaña. Si hacemos operaciones en tierra, esas serán
las unidades que consideraremos", dijo Michael Boyce, jefe del Estado Mayor de
la Defensa de Gran Bretaña, sobre las brigadas de comandos de su país destacadas
en Omán y que podrían respaldar a los norteamericanos. Opciones en
terreno
Siendo la acción terrestre una alternativa real y lógica dentro
de la operación "Libertad Duradera", la pregunta que surge es cómo ponerla en
práctica. "Las fuerzas especiales serán transportadas en helicóptero
para explorar blancos móviles y entonces llamarán al poder aéreo. O actuarán y
luego serán recogidas", afirma Ivan Eland, experto en defensa del Cato Institute.
Otra opción es la planteada por una fuente militar que habló con "The New
York Times": establecer una base en territorio afgano desde la cual los comandos
puedan buscar a Bin Laden. En ese caso, una condición importante sería
que esta base fuera independiente de la opositora Alianza del Norte, ya que un
trabajo conjunto podría dañar las relaciones de los aliados con Pakistán, que
durante años apoyó a los talibanes y ahora colabora con Washington. Consultado
por "El Mercurio", Richard Betts, director del Instituto de Estudios sobre Guerra
y Paz de la Universidad de Columbia, sostiene que "no sería una sorpresa si fuerzas
especiales de EE.UU. o pequeñas unidades militares trataran de encontrar a Bin
Laden". "No hay otra forma de capturarlo sin una operación encubierta,
a menos que él mismo se rinda", agrega. Estas unidades serían lo suficientemente
pequeñas como para ser equipadas con prototipos de armamentos y sistemas de apoyo
electrónico cuyo uso no estaba previsto sino hasta el año 2004, dentro del programa
"Guerrero Terrestre" (Land Warrior Program). Un miembro de estas unidades
contaría, entre otras cosas, con un casco equipado con cámara de video, visor
infrarrojo para ver en la noche y una unidad conectada a satélites que indiquen
tanto la posición del soldado y sus compañeros como del enemigo. Misión
será peligrosa
No obstante la sofisticada tecnología de la que dispondrán
las fuerzas especiales de los aliados, éstas enfrentarán otros adversarios en
su búsqueda de Osama bin Laden. "Encontrarán muchos obstáculos, como la posibilidad
de emboscadas. Para capturar a Bin Laden y sus subalternos hay que operar en tierra,
y perseguirlos también va a ser un obstáculo. Es mucho más fácil encontrar una
persona en un desierto plano y extendido, que en un lugar lleno de cavernas y
donde puede huir hacia las montañas", explica James Lindsay, experto de la Brookings
Institution de Washington. "Otro problema que los afectará próximamente
es el clima, porque viene el invierno en Afganistán, lo que hará mucho más lentos
y dificultosos sus movimientos", agrega el especialista. |