Crecimiento
Guerra
acarrea serio impacto económico
El
Mercurio
Martes
9 de Octubre de 2001
Como
mínimo, pronostican una caída acentuada de la
expansión para fines de 2001.
COMERCIO EN PROBLEMAS.- Una batalla corta no afectaría
al comercio mundial, pero si ésta se prolonga,
los flujos se contraerían por lo menos dos años. |
Jocelyn
Bay-Schmith C.
El
día sobre el que todos especulaban - la fase militar
de la denominada "operación justicia infinita"-
llegó el domingo y ahora los analistas tratan de pronosticar
cómo se desenvolverá la economía mundial
tras el ataque de Estados Unidos y Gran Bretaña a Afganistán.
Los expertos coinciden en que aun situándose en el
escenario más benigno - batalla de corta duración
focalizada sólo en Afganistán- los primeros
esbozos de la reactivación que se veían antes
del 11 de septiembre se esfumaron hasta al menos la segunda
mitad de 2002 sólo a causa de los atentados a Nueva
York y Washington.
Los analistas más optimistas estiman que hay un 80%
de probabilidades de que las escaramuzas se producirán
sólo en Afganistán y que tras unos días
de bombardeo, los talibán se rendirán.
"De producirse esta situación, habría un
impacto casi nulo en la economía global y el despegue
comenzaría a partir del segundo trimestre de 2002",
señaló el analista de ILD, Francisco Garcés.
Pero existe el peligro de que la batalla se transforme en
una guerra contra más países, como Irak, opeor
aún, que las represalias terroristas anunciadas por
Osama bin Laden se hagan realidad, desatando un ciclo de inestabilidad
que obligue a extremar las medidas de seguridad e imponga
nuevas barreras a los viajes y al comercio.
Esas restricciones más el pánico de inversionistas
y consumidores que contraerían sus gastos, arrastrarían
posiblemente al mundo a una recesión al menos hasta
2003.
El peor escenario
A juicio del académico de la Universidad de Chile,
Patricio Mujica, la crisis también mermaría
los flujos de capital y los comerciales.
Si las cosas se complican, habría un retroceso accionario,
con consecuencias serias en la capitalización de empresas
que ya están debilitadas por las pérdidas desde
el año pasado, y los inversionistas tenderían
a refugiarse en valores más "seguros", como
bonos u oro.
"De producirse una guerra que involucre de alguna manera
a productores de petróleo, ya sea porque el ataque
de los aliados se amplía a naciones como Irak, o por
el aumento de la tensión donde la población
rechaza el apoyo a Estados Unidos - como Arabia Saudita- los
precios del petróleo se dispararían", agregó
Mujica.
Ellos pueden empinarse a niveles por sobre los US$35 el barril,
lo que encarecería los costos de los consumidores,
según han explicado diversos analistas. |