Operación
militar contra el terrorismo
EE.UU.
lanza "guerra psicológica" en Afganistán
El
Mercurio
Viernes
19 de octubre de 2001
Mensajes
en panfletos y por radio llaman a los talibanes a rendirse y
les dicen cómo hacerlo cuando vean a un soldado norteamericano.
ISLAMABAD/AGENCIAS.- La coalición encabezada por Estados Unidos y Gran Bretaña ha emprendido la "guerra psicológica" contra el régimen talibán, en vísperas de las operaciones terrestres que se perfilan como inminentes.
Al menos uno de los aviones estadounidenses que sobrevuelan Afganistán no lanza bombas, sino mensajes por radio que pretenden desmoralizar a los soldados talibanes y convencerles de que se rindan.
En una muestra más de que la entrada de fuerzas terrestres en Afganistán está cerca, el mensaje dice que para entregarse, los talibanes deben "dirigirse a soldados estadounidenses con las manos en alto". "Crucen el arma en la espalda con el cañón hacia abajo. Arrojen las municiones. Es la única posibilidad que tienen de sobrevivir", dice la traducción en inglés ofrecida por el Pentágono.
El mensaje estadounidense, repetido en distintos idiomas locales, explica a los soldados afganos que "están condenados" porque les será imposible hacer frente al armamento superior de las fuerzas estadounidenses y británicas.
Objetivo logrado
Según el Secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, las transmisiones radiales y los panfletos lanzados sobre territorio afgano han logrado persuadir a combatientes talibanes a que se rindan o se pasen a las filas de la oposición armada.
"La esperanza es que logremos que los talibanes cambien efectivamente de bando y respalden a la opositora Alianza del Norte y a las tribus del sur", dijo Rumsfeld en una entrevista televisiva. Y agregó que "eso es algo que está ocurriendo en estos mismos momentos".
A la pregunta de si era probable que las tropas norteamericanas estuviesen en tierra para aceptar la rendición de los combatientes talibanes, Rumsfeld replicó que era mucho más probable que los desertores de la milicia se sumasen a las fuerzas opositoras.
Ni Estados Unidos ni Gran Bretaña han reconocido contar con efectivos sobre el terreno, aunque se piensa que comandos de ambos país llevan semanas ya operando dentro de Afganistán.
Una organización islámica con base en Londres informó que un alto miembro de Al Qaeda, la organización terrorista de Bin Laden, murió en Afganistán a raíz de los bombardeos norteamericanos. Abu Baseer al-Masri, de origen egipcio, habría muerto tras el estallido de una bomba cerca de Jalalabad.
En una conferencia de prensa en Washington, Rumsfeld respondió afirmativamente a lo anterior: "Sí, puede haber ocurrido", dijo. Pero admitió que no tenía la "certeza".
Muerte de civiles
Ayer continuaron los ataques con misiles, bombas y con el fuego de los aviones AC-130 de vuelo rasante, equipados con ametralladoras y cañones. Los bombardeos se concentraron en Kabul, Jalalabad y Kandahar, el bastión del mullá Mohammed Omar, líder espiritual de los talibanes.
Este envió un mensaje a sus soldados mediante un sistema de comunicaciones internas, en el que les instó a morir matando. "¿Qué importa si morimos hoy o mañana?. Lo importante es el martirio", dijo en un discurso, que también agregó que "con la ayuda de Dios vamos a doblegar y derrotar al gran infiel", Estados Unidos.
Los intensos ataques estadounidenses causaron la muerte de al menos seis civiles en Kabul, según testigos presenciales, la cifra de víctimas más elevada comunicada por fuentes independientes desde el inicio de los bombardeos aliados.
Un residente de Kabul informó de que había perdido a cinco miembros de su familia, al haber sido destruidas seis casas en el barrio de Kalae Zaman Jan (sureste). Otros habitantes informaron de la muerte de una niña de ocho años en el barrio de Macroyan (este).
"Perdí a mi madre, a mi hermano, mi cuñada, mi abuela, mi hermana. Perdí toda la esperanza, eran mi esperanza", declaró Abdulá, de 27 años, mientras buscaba a sus familiares entre los escombros de su casa de Kalae Zaman Jan.
El portavoz de los talibanes, Amir Jan Muttaqi, aseguró ayer que al menos 70 civiles afganos murieron desde el miércoles en los bombardeos estadounidenses.
Los talibanes también denunciaron que los bombardeos causaron la muerte de más de 400 civiles desde el inicio de los bombardeos, una cifra tachada de "ridícula" por Donald Rumsfeld.
Ayer también se informó que las organizaciones humanitarias en Afganistán, que ayudan a la población civil, han sido objeto de saqueos y asaltos por parte de los talibanes y otros elementos armados.
Blair habla de nueva fase
El Primer Ministro británico, Tony Blair, dio a entender ayer que está a punto de iniciarse una nueva fase en la campaña de la coalición internacional contra el terrorismo, al decir que la operación encabezada por Estados Unidos entraba ahora en "su momento más difícil".
"Creo que las próximas semanas constituirán el momento más difícil, pero estamos en camino de lograr los objetivos que nos hemos impuesto", dijo.
Blair habló de una nueva fase de la campaña, pero no entró en detalles. "Habrá más acciones que estamos estudiando, con objetivos concretos", señaló.
A la pregunta de si con eso se refería al empleo de tropas de tierra, el Primer Ministro respondió: "No quiero decir nada más sobre la naturaleza precisa de nuestras operaciones (...). No creo que nunca hayamos contemplado la posibilidad de hacer esto sólo con fuerza aérea". |