BAGDAD.- Irak ha reiterado que no permitirá el regreso de los inspectores de la ONU para que comprueben su arsenal de armamento, al tiempo que volvió a negar su implicación en los casos de ántrax ocurridos en Estados Unidos.

"La posición de Irak es clara y no aceptará la vuelta al país de los equipos de inspección de las Naciones Unidas", para investigar los antiguos programas de armamento de destrucción masiva iraquí, declara un portavoz del partido gubernamental Baaz en el último número de semanario Al Rafidain, publicado hoy martes.

La prensa gubernamental iraquí también acusa hoy a Washington de haber fabricado los ataques con esporas de carbunco en diversos lugares de Estados Unidos como un pretexto para ampliar a más países su actual ofensiva militar antiterrorista contra Afganistán.

"El objetivo es levantar sospechas contra las naciones clasificadas como patrocinadoras del terrorismo por Estados Unidos para cometer alguna agresión contra ellas", señala un editorial del órgano de prensa del partido gubernamental Baaz, el diario Al Tahwra.

"Tales complots por parte de las sucesivas administraciones norteamericanas no nos son desconocidas y corresponden a diversos escenarios para poder lograr su sueño de dominar el mundo", añade el periódico.

Hasta ahora no ha podido establecerse relación alguna entre Irak y los ataques con esporas de ántrax en Estados Unidos, y tampoco con la red terrorista "Al Qaeda" de Osama Bin Laden, a quien se culpa de haber planeado los atentados del pasado septiembre contra Nueva York y Washington.

Sin embargo, diferentes autoridades estadounidenses se han manifestado en los últimos días a favor de atacar Irak aunque no existan pruebas en su contra.

La pasada semana el ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Nayi Sabri, se refirió a las informaciones que relacionaban a los servicios secretos de su país con los envíos por correo de esporas de ántrax en Estados Unidos como "una estupidez".